Tal vez Doubles vies no sea otra cosa que un drama reposado sobre sujetos nacidos en tiempos de la era del papel acomodándose a la nueva era de los dígitos. Assayas reúne algunas preocupaciones reconocibles; la más destacada se enuncia intermitentemente: en la era digital la propiedad está en jaque. En efecto, al editor y el autor les preocupan los derechos de autor, aunque la publicación gratuita en blogs y páginas digitales resultan involuntariamente en un suplemento de ese negocio pago. Ambos, además, reconocen las presuntas bondades del libro digital, y por otro lado un jubilado reclama que es la única forma de poder comprar libros. En un debate no desprovisto de violencia, dos asistentes a una conferencia que ofrece el escritor le cuestionan el uso de las vidas ajenas como material literario de sus novelas, un límite infringido característico de la autoficción, al que se añade otro malestar: la propiedad sobre las imágenes de cada sujeto ante el potencial empleo de estas para fines de todo tipo en la esfera pública.