La estructura de la película es similar a la de los distintos capítulos televisivos. Transcurre en 1927, en un majestuoso castillo donde viven los Crawley, ellos y todos los que habitan allí están a punto de vivir un hecho histórico que puede marcar sus vidas para siempre: serán visitados por la Reina y el Rey de Inglaterra y todos se alteran incluyendo a los sirvientes.
Es una historia coral, llena de personajes, a lo largo de la cual vamos viendo los preparativos ante tal majestuoso acontecimiento y donde surgen las disputas y la lucha de poder entre los sirvientes del castillo con los de la realeza, que a su vez contiene varios diálogos interesantes. Maravillosas las peleas entre los personajes que componen Maggie Smith e Imelda Staunton que resultan de gran calidad y con soberbias actuaciones en las que se sacan chispas en cada escena.
Aunque no seas seguidor de la serie, se disfruta, tiene ese humor inglés pasando por lo ácido y sarcástico, no aburre. Es sencilla y constituye un buen pasamiento, además cuenta con la maravillosa banda sonora de John Lunn, están correctos todos los rubros técnicos, pero varias escenas y planos se alargan demasiado, le sobran algunos minutos y resulta poco pretenciosa.