Nuevo “Drácula” de un Dario Argento muy poco inspirado
Luego de tantas buenas películas, el maestro del Giallo, Dario Argento no ha vuelto a encontrar la inspiración de sus buenos viejos tiempos, y da la sensación de que para esta nnecesaria versión del personaje de Bram Stoker, ni siquiera lo intentó. Al menos hay mucho sexo y lo más divertido son las escenas con efecto 3D tan obvias como eficaces, que en algún punto recuerdan los chistes visuales del "Frankenstein" en 3D de Paul Morrisey vendido como si fuera una produccion de Andy Warhol.
Es que nueva "Drácula" también es una comedia gore, con muy pocas novedades en la narración de las maldades de este viejo personaje que no encuentra un buen actor en Thomas Kretschman, ya que curiosamente las escenas más insípidas son las que tienen que ver con el Conde, que no llegan a ser nunca aterradoras ni tampoco funcionan en su tono humorístico. Y tal vez el punto más débil del film sea desaprovechar a un grande como Rutger Hauer, que como el Dr. Van Helsing es el experto en clavar estacas a diestra y siniestra (lo que provoca un efecto digital de convertir los cuerpos en cenizas de una manera un tanto repetitiva).
Lo más original es darle a los vampiros la cualidad ya no sólo de volar como murciélagos al estilo del venerable Bela Lugosi, sino que también pueden apelar a Kafka para transformarse en insectos, lo que en algunas escenas está muy bien logrado. Por otro lado, siempre es un placer volver a ver a Asia Argento la hija del director- en escenas terroríficas, aunque esto no alcanza para levantar una película que sólo ofrece dos horas de muy mediana diversión, y algún toque gracioso en lo musical, incluyendo algún ritmo disco para rematar un chiste demasiado largo.