Ir al cine a ver Drácula 3D, de Dario Argento, es como pagar una entrada para un recital actual de Chuck Berry.
En ambos casos te vas a encontrar con la sombra de lo que fueron grandes artistas, cada uno en su campo.
La gran paradoja de esta película es que el 3D es de lo mejor que se vio en el cine este año pese a que la película es horrenda.
Seguramente algunos medios defenderán este film por una cuestión de cariño al director, pero no se le puede mentir a la gente.
Estamos ante una de las peores y más aburridas adaptaciones que se hicieron de Drácula en la pantalla grande.
El film de movida se ve afectado por un horrible doblaje en inglés que recuerda a los viejos spaguetti westerns donde Giuliano Gemma hablaba con un perfecto acento texano.
Menos a Rutger Hauer y creo también que Asia Argento, el resto de los actores europeos fueron doblados y esto por supuesto afecta sus interpretaciones, ya que no es la original.
Argento en este trabajo intentó evocar los viejos filmes de la productora Hammer, especialmente los que se hacían en los años ´60 y ´70, y desde los aspectos estéticos esto la verdad que está bien logrado.
Las fotografía y la ambientación gótica es impecable y nos trae al recuerdo aquellos filmes que hoy son clásicos del género.
La diferencia es que esas producciones, como Horror of Dracula (1958), The Brides of Dracula (1960) o Scars of Dracula (1970) por mencionar algunos casos, eran divertidas!!
Argento en cambio presentó un film soporífero que carece por completo de tensión, suspenso y terror.
Entiendo que en pleno siglo 21 es muy complicado asustar al público con este personaje pero el argumento que escribió para este film es completamente mediocre.
Algo llamativo de esta producción también es que presenta el castillo de Drácula más austero en la historia del cine.
La morada del legendario conde acá parece una posada de Buzios. Raro.
Por otra parte, Rutger Hauer brinda una de las interpretaciones más desapasionadas de su carrera. Cuando lo ves en la historia da la sensación que el tipo ni siquiera tenía ganas de estar en set y quería terminar con el rodaje lo más pronto posible.
Drácula 3D te saca una sonrisa cuando Argento entra en el terreno de lo bizarro y presenta escenas absurdas que no tienen sentido.
Ojalá toda la película se hubiera desarrollado por ese camino, ya que por lo menos hubiera sido más divertida.
Por ejemplo hay un momento, en mi opinión la mejor escena del film, donde Drácula se transforma en un saltamontes gigante para matar un tipo.
La situación es tonta pero es divertida y eso es lo que le faltó al trabajo de Argento, entretenimiento.
Su visión de este clásico es muy densa y salvo por algunos momentos la verdad que la película no vale la pena.
Dario Argento fue un gran director del género de terror pero su último trabajo es completamente olvidable.