Con más de 200 películas que lo incluyen como uno de sus protagonistas, Drácula no solo es el vampiro más famoso sino que además es uno de los personajes más revisitados en la historia del cine. Con esto en mente es difícil que Dracula Untold sea efectivamente la historia jamás contada, pero para el bien de la crítica será bueno seguirle el juego a los estudios. El objetivo de Universal Pictures es un universo de monstruos y lo primero que se necesita es un film que narre el origen de uno de ellos, con lo que se toman elementos históricos libremente interpretados de la vida de Vlad Tepes, se lo cruza con lo escrito por Bram Stoker y voilá, he aquí su resultado.
Dracula Untold hace el mismo recorrido que la reciente Maleficent. Se aborda el pasado poco familiar de uno de los villanos más reconocidos de la cultura pero se necesita suavizarlo y llevarlo hacia el terreno del "antihéroe", porque el público puede no soportar a un malo como protagonista y eso es grave para quienes ponen la plata. Santo para los que salvó, diablo para los que empaló, no hay medias tintas en esta película y es muy clara la posición que se toma respecto al príncipe Vlad: el fin justifica los medios. De esta forma la oscuridad viene solo por el lado de la fotografía. No hay grandes conflictos existenciales o internos, dado que el camino podrá ser novedoso pero el destino es el de siempre. Música lúgubre, terrenos desolados, no son más que maquillaje gótico para una producción que falla en su guión y dirección.
El debutante Gary Shore es quien la tiene a su cargo y lejos está de demostrar algo de valor. Puede ser competente, pero si con un presupuesto de 100 millones de dólares no se puede lograr que una pelea sea clara, es un problema serio. El guión de la dupla Matt Sazama y Burk Sharpless tampoco lo ayuda. Sin ser detallista, es acomodaticio a las necesidades del argumento y torpe al momento de su ejecución –"una estaca al corazón puede matarte… como a cualquiera"-, se mueve dentro de férreas líneas de conducción que no permiten ahondar seriamente en los conflictos que expone y siente la necesidad de incluir "guiños" a la obra original que lo ridiculizan.
Aún con una película floja, el gran beneficiado sigue siendo Luke Evans. La carrera en pantalla grande del galés recién comenzó en el último lustro, cuando él ya había pasado los 30. Tras tener roles secundarios de importancia en franquicias grandes como The Hobbit o Fast & Furious, le toca tener una superproducción sobre sus hombros, prácticamente en escena durante los 90 minutos. Y si el film falla, puede decirse que él no. Hay buenos efectos especiales, una lograda ambientación, pero no sale por ningún momento de la medianía con que se ruedan las secuencias de acción y eso es grave para una película que depende tanto de ellas. Tampoco se puede ser injusto y decir que aburra, es breve y su narrativa dinámica, pero con hechos que se mastican y digieren al servicio del espectador, no hay ningún tipo de suspenso. La historia inédita es harto conocida y no se hace ningún esfuerzo para demostrar lo contrario.
Evans sale bien parado, pero aún así será una de las caras de la idea de Universal de llevar un universo cinematográfico de monstruos clásicos a la gran pantalla, porque si Marvel lo hizo y DC Cómics está en camino a hacerlo, se presume que cualquiera puede emprender una tarea así. De esta forma, el próximo tiempo verá un relanzamiento de The Mummy que estará conectado con Dracula Untold y habrá que esperar que Frankenstein, El Hombre Invisible y muchos más tengan sus propias historias jamás contadas. ¿Qué medios justifican estos filmes?