Dragon Ball Super: Super Hero – Un clásico que siempre vuelve
El renacer de Son Gohan
Pasan las guerras, los gobiernos, las crisis, las derechas, las izquierdas… quedan los artistas. Y Dragon Ball. Vuelve a la pantalla grande la banda de Goku y Vegeta, pero sin los GOATs principales de la saga. Es el momento de que Piccoro y Gohan tomen el protagonismo, llega Dragon Ball Super: Super Hero.
¿De qué va?
Son Goku destruyó en su momento a la Patrulla Roja. Ahora, ciertos individuos han decidido continuar con su legado y han creado a los androides definitivos: Gamma 1 y Gamma 2. Estos dos androides se autoproclaman “superhéroes” y deciden atacar a Piccolo y a Gohan. ¿Cuál es el objetivo de la nueva Patrulla Roja? Ante un peligro inminente, ¡llega el momento del despertar del Superhéroe!
En 1984 (hace casi 40 años) nacía en las páginas de Shōnen Jump (de la editorial japonesa Shūeisha) el manga de Dragon Ball firmado por Akira Toriyama. Luego fue adaptado al anime, en donde dividió todo el manga en dos grandes series (Dragon Ball y Dragon Ball Z), tuvo sendos largometrajes (algunos estrenados en nuestro país), algunas series no-canónicas (Dragon Ball GT, ese fan made que fue AF y Dragon Ball Heroes -de promoción-) y hace poco un revival con Dragon Ball Super. Estamos frente a un fenómeno que lejos de morir, está de parranda.
Con la salida de Dragon Ball Super en formato manga, apareció un nuevo anime que ya lleva más de 80 episodios en su haber. Esto, sirvió además para convertir a toda una nueva caterva de fanáticos y fanáticas ávidas de adivinar con qué nuevo color aparecerá el pelo de nuestros protagonistas ante un imposible enfrentamiento.
Además, permitió la salida de tres largometrajes que lograron distribución mundial y que comparten una suerte de narrativa canónica que los une y permite entender las películas por separado sin ver la serie animada o leer el manga. Así, luego de los eventos de lo que fue la película de Dragon Ball Super: Broly (2018) estamos frente a una nueva aventura que rompe los paradigmas de lo que se venía contando.
Dragon Ball Super: Super Hero es una carta de amor a los fanáticos y fanáticas de la franquicia. Remite todo el tiempo al pasado, con situaciones reconocidas para el más acérrimo creyente o para quien vio de refilón algún que otro episodio.
Todo realizado en CGI (y no compuesto como fueron las anteriores), arranca con una secuencia que remite a los inicios de Dragon Ball, con el enfrentamiento de Goku con la Red Ribbon, para pasar de allí a Cell y luego a la acción.
Y si decimos Cell estamos hablando de Gohan, el primer hijo del protagonista que ganó chapa en los eventos de la saga del androide definitivo, y que luego se fue pinchando por la fuerza y el carisma de su padre Kakarotto. Durante los eventos de Super, tanto Gohan como Piccoro se mantuvieron al costado, con algunos atisbos de querer controlar y distribuir el balón pero siempre a la sombra de los dos saiyajins principales.
En este nuevo relato todo es de ellos: el protagonismo, la acción, el humor, el desarrollo de sus poderes y las nuevas transformaciones. Piccoro vuelve a las andadas en su rol de maestro, guiando los destinos de una Pan de tres años (hija de Gohan y Videl). Por otro lado, Goku y Vegeta entrenan junto a Broly en los páramos de Berus. Ellos no tendrán injerencia en la historia principal, más tendrán un momento seminal en los post-créditos que contesta la pregunta que todos y todas alguna vez nos hicimos.
Dragon Ball Super: Super Hero es también una crítica socarrona al momento occidental de los relatos. El antagonista entiende el mundo entre superhéroes y villanos, un binomio que reporta a un momento histórico de la sociedad pero también de los consumos culturales. La película es una respuesta al MCU en clave oriental / Toriyama, con todos sus códigos propios y algunas situaciones al borde de la cancelación.
A pesar que al principio choca la diferencia entre el CGI con lo que era la estética en las películas iniciales, llegando hacia la mitad ya todo se siente muy natural y los movimientos de cámara suman a una sensación renovada y fresca. El uso de personajes relegados, alcanzando cotas de poder similares a los protagonistas también hacen pensar en un futuro prometedor para la saga. Además, nos hacen amar a los nuevos personajes con una velocidad espasmosa (Gamma 2 MVP).
La ternura de los personajes, esa sensación (y realidad) de haber vivido con ellos toda la vida y las dosis de acción, poderes, colores nuevos y gritos desgarradores convierten a Dragon Ball Super: Super Hero en una visita indispensable para cualquier amante de esta saga.