La primera película animada por 3DCG de la franquicia
Dragon Ball Super: Super Hero es una historia cuyo origen se remonta a 1986, época en que el animé captaba fans por estos lares con piezas como Mazinger, cuya primera versión fue presentada en 1972 y tuvo diversas versiones (1974, 1975, 1984, 1990), a las que se suman las existentes en este siglo, y ya había generado sus primeros seguidores en el último cuarto de siglo con Astroboy (creado en 1952), Meteoro (creado en 1967) y más cercana a nuestros días, Macross (1982), forma primitiva de la versión para occidente que fue Robotech.
Este animé se basa en su predecesor manga del mismo nombre, creado en 1984 por Akira Toriyama y publicado por diez años y medio, tras su debut en en “Weekly Shonen Jump” de Shueisha.
Primero lo primero: la nueva entrega de Dragon Ball, dirigida por Tetsuro Kodama es, sobre todo, para fans acérrimos. Luego, como casi toda producción del estilo que se precie, tiene cuotas de humor en mix típico con la acción requerida, sobre todo para una serie que se basa en un 70% en enfrentamiento y lucha de sus personajes.
Así es que la Patrulla Roja regresa y Gohan deberá enfrentarse a los nuevos enemigos con ayuda de personajes clásicos y nuevos. Se entiende que el resto es spoiler, de manera que me detengo acá, al menos en lo que refiere a este detalle en particular.
Las voces en japonés estuvieron a cargo de Masako Nozawa (Son Goku, Son Gohan, y Son Goten), Toshio Furukawa (Piccolo), Aya Hisakawa (Bulma), Ryo Horikawa (Vegeta), Mayumi Tanaka (Krillin), Takeshi Kusao (Trunks), Yuko Minaguchi (Videl), Yuko Minaguchi (Pan), Miyu Irino (Dr. Hedo), Hiroshi Kamiya (Gamma 1), Mamoru Miyano (Gamma 2), Volcano Ota (Magenta) y Ryota Takeuchi (Carmine). Obviamente, y salvo que se vean obligados a asistir con niños muy pequeños, mi recomendación es que vean Dragon Ball Super: Super Hero en su idioma original, porque suma a la experiencia de encontrarse con un Dragon Ball que parece una renovación de la era clásica de la serie.