Cuando se anunció una nueva película de Dragon Ball que iba a tener a Gohan y Piccolo de protagonistas, no fuimos pocos los que nos pusimos contentos; ya que suele cansar ver como siempre los focos caen sobre Goku. Pero esa felicidad se nubló cuando vimos que el villano, iba a ser Cell. Veamos si teníamos razón en estar felices y enojados al mismo tiempo.
Como dijimos, esta vez la historia se centra en Piccolo y Gohan, mientras Goku, Vegeta y Broly entrenan en otro planeta. El primero de los nombrados se queda cuidando la Tierra, y se entera que la Patrulla Roja no sólo sigue viva, sino que planean atacar con una nueva generación de mejorados androides.
Así es, como están leyendo, la película es una oda al fanservice, porque vuelven varios personajes y elementos no solo de Dragon Ball Z, sino de la DB normal, siendo una muestra muy obvia de que Dragon Ball Super: Super Hero no es para público casual, o recién iniciado en el universo creado por Akira Toriyama, sino que apunta a aquellos que llevamos varias décadas siguiéndolo, o que se lo conocen de pe a pa con una enorme maratón.
Aparte que el tema de desplazar el protagonismo a Gohan y Piccolo se siente natural, como algo que podría pasar en la serie regular, y no solo como si estuviera planteado para la película. Además de que las posteriores y obvias transformaciones (hay que sacar muñequitos nuevos), están justificadas, y están lejos de ser powers up sacados de la nada. En este sentido la historia es bastante coherente no sólo para el espectador, sino con el universo en sí.
En cuanto a la animación, nada que decir; sigue la línea vista en las anteriores películas de Dragon Ball Super, con los trazos bien definidos, batallas coloridas y espectaculares, pero en las que siempre se entiende quien pelea con quien, y sin buscar darnos un ataque de epilepsia con tantos rayos y explosiones.
En conclusión, y para no spoilear más de lo que ya hicimos. Dragon Ball Super: Super Hero es una carta de amor a los fans de esta longeva franquicia. Como les dije, al menos yo terminé con una sonrisa al llegar los créditos finales, algo que no me pasaba hace tiempo con otros proyectos que buscan robar con la nostalgia. Ahora a cruzar los dedos para que sigan este camino, y no solo sea un oasis en el desierto de “solo Goku y Vegeta”.