Luego de varios años de terminada la emisión de la serie y de haber estado por última vez en el cine, Goku vuelve en esta nueva aventura tan esperada por los fanáticos que por años han seguido las aventura de este guerrero Z.
Después de estar dormido por muchos años Bills, el dios de la destrucción, despierta para enterarse que Freezer, a quien le había encomendado la destrucción del planeta Vegita (Wakusei Bejīta), ha sido derrotado. Whis, su asistente, le muestra imagenes de la pelea y en ese momento, observando a Goku, confiesa ya haber visto esto en sus sueños. Él ha soñado que pronto se enfrentará a un Dios Saiyajin. Whis desconoce al tal Dios Saiyajin y deciden ir a consultarlo al planeta del Kaio del Norte, con el mismo Goku. Él tampoco sabe a qué se refiere Bills con eso del Dios Saiyajin. Ante tal decepción el Dios de la Destrucción decide dirigirse a la tierra a consultarlo con los otros Saiyans (Vegeta, Gohan, Trunks, Gotenks). El problema es que Bill tiene poca paciencia y la decepción de no poder encontrar al rival que busca lo lleva a querer destruir la tierra. Es así que Goku, junto a los otros guerreros Z, intentarán complacer a este dios para evitar que se enoje y termine destruyendo su hogar.
Si bien el film es altamente esperado por los fans que por años han seguido las aventuras de Goku a través de la serie y las películas, debo admitir, también como fan de la serie, que el film ha sido una gran decepción. La historia que se presenta es injustificada e insostenible. Gran parte del film, en especial la primera porción, se hace más que larga y no sucede nada interesante. Uno podría pensar que después de tanto tiempo se encontraría con “la” película de Dragon Ball Z, pero solo se encuentra con una aventura más que podría sin problemas haber sido contada en un episodio de veinteséis minutos.
Si valen destacar algunos breves momentos gracioso y algunas escenas de peleas. También la premisa que plantea al final sobre cómo podría arrancar una futura saga. Fuera de eso el film es realmente olvidable. Aún asi, como fan, he disfrutado el recuerdo que me genera volver a ver estos personajes en pantalla y por sobre todo el poder volver a escuchar a Mario Castañeda y a René García doblando nuevamente e estos icónicos personajes del animé, Goku y Vegeta.
Se van a preguntar “¿Por qué regular?” porque cada fan (Si, fan. Porque la mayoría del público será fan.) percibirá el film de diferente manera. A algunos les gustará más que a otros. Además, como dije antes, por el recuerdo que revive el film en aquellos que crecimos viendo Dragon Ball Z.