Dragon Ball Z es una serie que todos en nuestra infancia vimos al menos una vez, y que a muchos nos dejó marcados. Las peleas, el drama y hasta el humor eran el pan de cada día con Goku y compañía, hasta que terminó. Años después, anuncian una nueva película que terminaría siendo un fiasco pero que demostró que existen miles y miles de fans por todo el mundo. Por ello, una nueva película y una nueva serie llegan de la mano del creador original para beneplácito de todos los fans.
Pero... ¿vale la pena revivir a Freezer?
Ignoramos la razón de por qué escogieron a Freezer en lugar de Cell, Raditz o cualquier otro enemigo. Basta recordar que incluso dentro de la serie, previo a la saga de Cell, hicieron un intento por revivirlo y reconstruirlo, pero sólo duró un capítulo, pues Trunks del futuro lo cortó en pedacitos sin trabajo alguno. Ahora, mientras Goku y Vegeta entrenan con Wiss y el Dios de la destrucción, Pilaf y compañía recolectan las esferas del dragón por órdenes de dos esbirros de Freezer que siguen con vda, y de esa manera, decide ir (otra vez) en busca de venganza contra Gokú.
Hasta ahí, la película promete al retomar el tono tradicional de Dragon Ball. Pero de nueva cuenta, lo absurdo lo traiciona y se queda muy lejos de ser una buena película y de la saga en sí. Porque nunca se siente el verdadero temor que se sentía cada vez que aparecía un enemigo más fuerte. Aún con la nueva evolución dorada, y con los peinados azules de Super Saiyajin fase Dios (honestamente, emocionaba más el diseño no autorizado de SSJ 4 en GT), Freezer no asusta, no impone, y no pone ese toque de dramatismo que tanto amamos de la serie. Nunca sentimos el temor de que alguien va a morir y cuando de verdad logra pasar algo emocionante, utilizan el peor recurso posible. No queremos dar spoilers,
pero basta decir que ni siquiera por esa destrucción que dura un par de segundos, emociona. Aunque hay que reconocer que escuchar el doblaje original latino y recordar con todos los diálogos lo emocionante que fue la saga de Namekusei la primera vez que lo vimos, basta para emocionarnos con Dragon Ball Super