Dos mujeres pasan un fin de semana juntas cerca del mar. Una de ellas está a punto de regresar a Argentina y todo podría ser parte de una despedida. Es entonces cuando el mar lo toma todo. Un velero cruza el océano atlántico y nunca en una película el mar tuvo tanta fuerza como en esta propuesta: la tierra desaparece, una ola sigue a la otra, el cielo y el agua se funden, y dan paso a una vista que podría ser la de un planeta desconocido, un planeta acuático con sus propias reglas y ritmos. El mar toma completamente la narración y el sonido, y de lo que se trata es de dejarse llevar.