Ryan Gosling interpreta el rol de un excepcional piloto de automóviles que desdobla su solitaria vida entre su trabajo como piloto en escenas de riesgo para el mundo del cine, y en fugas, para el mundo del hampa. Su vida (su soledad) de lobo estepario se ve alterada cuando conoce a una vecina de departamento que se encuentra sola con su pequeño hijo porque su marido está preso. El director Nicolas Winding Refn propone un filme en el que contrasta el vértigo de las fugas en automóvil por las calles de Los Angeles, con un escenario ascético y un relato que prescinde de la palabra para resaltar el poder de las imágenes. Una buena película que confirma que Gosling se siente más cómodo en los roles con poco texto.