Duelo al sol es una gran oportunidad para disfrutar a Michael Douglas en una de las mejores interpretaciones que brindó en los últimos años. Este es un proyecto independiente que gestó como productor donde revivió en Hollwood una obra de Robb White, uno de los escritores de literatura juvenil más populares que hubo en la primera mitad del siglo 20. Muchos de sus libros, concebidos para un público adolescente, como esta historia, presentaban relatos de suspenso y acción que en su momento llegaron a ser muy exitosos como ocurre hoy con sagas literarias como The Maze Runner. Lamentablemente con el paso del tiempo White quedó en el olvido debido a que sus libros dejaron de imprimirse a partir de los años ´80 y en la actualidad sólo se consiguen en internet. Por ese motivo este artista quedó más en el recuerdo por su labor en el cine, donde brindó colaboraciones memorables junto al maestro del terror, William Castle. Robb White fue responsable de escribir algunos de los filmes más importantes del director como Macabre, 13 fantasmas, The Tingler y Mansión siniestra. En Deathwatch (1972), que es la fuente en la que se basó Duelo al sol, brindó un muy buen thriller que estaba construido con la tensión que se generaba entre los dos protagonistas a lo largo del relato. Michael Douglas delegó la dirección de esta película en el francés Jean-Baptiste Léonetti, quien no tenía antecedentes en Hollywood y supo capturar muy bien el concepto de la novela. El film es un thriller decente que se sostiene principalmente con las interpretaciones de Douglas y Jeremine Irvine (Caballo de guerra). Aunque esta producción no haya tenido gran difusión, el millonario psicópata John Madden quedará en el recuerdo entre los mejores villanos que compuso Michael Douglas junto con Gordon Gekko, de Wall Street. Ese es el principal gancho de este estreno y el motivo por el que vale la pena darle una oportunidad a esta propuesta. Como ocurría con la novela original la trama se nutría muchísimo del western y esto tampoco pasó desapercibido en la narración del director francés. Duelo al sol no es una obra maestra del género ni quedará en el recuerdo entre los mejores estrenos del año, pero ofrece un thriller decente que consigue ser muy entretenido. La película claramente no tenía mayores aspiraciones que brindar un buen pasatiempo con una propuesta de este género y en ese sentido el proyecto de Michael Douglas cumplió su objetivo.