Desde que llega un forastero, en la primera escena, a preguntar por su stock de negros, este western australiano, merecidamente premiado en el mundo, sienta las bases de su material. Violencia, racismo y poética del desierto de tierra colorada en el marco de la esclavitud, a principios del siglo pasado. Lejos de cualquier drama demagogo o políticamente correcto, y por eso más potente, con el gran Sam Neill al frente de un elenco impecable.