Dumbo nace en un circo. Max Meidici, el dueño del circo, lo espera como a un Mesías para transformar su carpa un poco pasada de moda en algo diferente. Los chicos Farrier, hijos del Domador, ahora mutilado por la guerra, buscan en él parte del cariño que han perdido. Pero Dumbo es un simple elefantito de ojos celestes y espantosas orejas desproporcionadas que hacen que Medici quiera demandar al que le vendió la elefanta que lo tuvo tan extraño.
Y Dumbo se identifica con los niños Farrier, los huerfanitos de dos personajes legendarios, la Amazona y el Domador. El cariño desinteresado de los chicos, la orfandad común (ellos perdieron a su mamá y él no conoció a su papá) unen más a Milly y Joe con el nuevo habitante del circo.
Con una secuencia inicial rica y dinámica, mostrando la atracción de un circo que llega con su mundo de fenómenos (el Hombre Más fuerte, la sirena de la Atlántida, el solemne gurú) comienza la historia.
Tim Burton inicia así su nueva aventura. ¿Cuál es el problema de Dumbo? Que Burton está escondido y la original creatividad de sus filmes no aparece en este clásico. Cuando uno amó "Batman", "El Joven Manos de Tijera" o "Marte Ataca" mantiene la mente abierta a la imaginación desbordada del Burton que juega con lo oscuro, transforma la comicidad en horror o es capaz de recrear el mundo de la Alicia de Lewis Carroll. Pero en este "Dumbo" lo original se da con cuentagotas, como las escenas de las burbujas gigantes en la apertura del megacirco del nuevo "socio" de Medici, Mr. Vandevere, o el momento en que uno conoce a los fenómenos del circo e imagina que ingresará a algunos de sus extraños mundos. Pero nada ocurre.
CONOCIDOS PERSONAJES
De la película original de 1941 poco quedó. Casi todos los animales fueron eliminados y el ratón Tim es un simple conejillo de Indias encerrado en una jaula. El logro del filme está en el diseño del mundo del circo en épocas posteriores a la Primera Guerra Mundial, con su magnificencia pero, curiosamente, sin la importancia del mundo animal en sus establos. Aquí la presencia humana es la más importante y Burton aprovecha para invitar a Michael Keaton a que se calce el disfraz de empresario explotador, a Danny Devito haciendo de dueño de circo y maestro de ceremonias, junto a Colin Farrell como ex domador estrella y Colette Marchant, la bella trapecista.
Las críticas pasan por una sociedad que no tolera las diferencias físicas (el pobre Dumbo sufre bullying de la mayoría de la gente) y una actitud feminista en cuanto a la importancia de la mujer en la persona de la preadolescente Nico Parker, que se muestra como una adulta y desea dedicarse a la ciencia como Marie Curie.
Con su subrayado en la independencia femenina, su no aceptación de la violencia animal y el acierto en la creación de ese increíble paquidermo de ojos claros y actitud juguetona que se mete a todo el público en el bolsillo, la producción gana puntos. En cuanto a la oscuridad clásica en la mayoría de los filmes de Burton, en este clásico se remite a desgracias como los grandes incendios. Notables las escenas del vuelo de Dumbo, que despiertan emoción, sentimiento no demasiado presente en el filme.