Tim Burton es el encargado de darle vida a la clásica historia de 1941, ahora en acción real.
El simpático Dumbo nace en el circo de Max Medici (Danny DeVito), donde se convierte en el hazmerreír a causa de sus enormes orejas. Allí es cuidado por Holt Farrier (Colin Farrell) y sus hijos Milly y Joe, quienes descubren que el pequeño animal tiene la habilidad de volar. Con la nueva atracción, el circo hace un regreso triunfal que atrae la mirada del peligroso empresario V. A. Vandevere (Michael Keaton).
Dumbo (2019) tiene un argumento más completo que el de su antecesora, una continuación que la convierte en interesante y aleccionadora para grandes y chicos. Cabe mencionar que los momentos tristes de la original están, pero se sobrellevan con el mensaje final.
Como en toda superproducción de Disney, lo que se ve en pantalla es una gran apuesta en la que se destacan las interpretaciones y los efectos técnicos; en especial aquellos que permiten la creación de un pequeño y encantador protagonista, que refleja cada uno de sus sentimientos en la mirada.
Disney sabe qué es lo que espera el público. Y lo consigue una vez más: magia, emoción y esperanza por doquier.