Un equipo de estrellas, Ryan Reynolds, Samuel Jackson (el guardaespaldas y el asesino a sueldo que están de regreso) mas la explosiva y muy graciosa Salma Hayek, sumados Antonio Banderas y Morgan Freeman, garantizaran, seguramente, la elección del público. Esta secuela es la típica película de acción muy intensa, donde se ve que no escatimaron en costos de producción ni en efectos especiales, porque confían la gracia más en los giros de la acción, en una suerte de humor físico, que en un argumento que no tiene demasiado ingenio. Los lugares donde se filma son espectaculares, el entusiasmo y la convicción en la desmesura que tiene la Hayek son contagiosos, las explosiones, persecuciones, insinuaciones picantes sazonando algo los diálogos, pero dichos por estrellas lucen mas, son parte del atractivo. ¿Alcanza? Si lo único que se busca es la diversión pochoclera y de acción esta es la película. Un mejor argumento aprovecharía como se merece este a un elenco que le pone garra pero no alcanza demasiado.