Parece que todas las semanas tendremos una película con Ryan Reynolds. El jueves pasado se estrenó la comedia fantástica “Tomando el control” y hoy una comedia de acción, “Duro de cuidar 2”, que llama la atención por un elenco que puede salvar cualquier film, por mediana que sea la premisa. Si la primera parte no era exactamente un clásico, con Reynolds perdiendo su licencia de guardaespaldas de elite y obligado a cuidar al salvaje Samuel L. Jackson, esta secuela tampoco se esfuerza por crear un argumento demasiado coherente. El punto a favor es que toma el pequeño papel que hacia Salma Hayek como la esposa de Jackson y lo convierte en un protagónico como una estafadora perseguida por todo el mundo, a la que Reynolds, quien ya no quiere ser guardaespaldas de nadie, encuentra mientras pasa unas vacaciones en Capri.
Hay explosiones, tiroteos, cómicas escenas de tortura y algunos buenos gags, sobre todo cuando el guardaespaldas hace terapia para dejar de ser tal y su psicóloga no lo soporta. Al trío estelar se agregan actores de peso como, Antonio Banderas y Morgan Freeman, dispuestos al disparate. El resultado es más o menos entretenido si no se tienen muchas pretensiones, pero sin duda lo que vale la pena es verla de nuevo a Salma Hayek, aunque más no sea en esta película.