La original «The Hitman’s bodyguard» data del 2017 y era una sencilla y modesta «buddy movie» protagonizada por dos taquilleros actores: Ryan Reynolds y Samuel L.Jackson. En ese tiempo, la cinta duplicó su inversión sólo en USA y generó dividendos den el resto del mundo, merced a su efectiva combinación de acción y humor negro. Nos sorprendió a muchos (aunque hoy en día el mundo del cine se parece cada vez más a una serie, con episodios más largos pero con idéntica cantidad de tiempo invertido en su desarrollo) aunque no debería haberlo hecho. La industria está apostando mayoritariamente por secuelas. En tiempos de pandemia, parece que la gente se inclina a concurrir a salas sólo para acompañar los estrenos fuertes, y una gran cantidad de títulos recrean propuestas que quizás, habría que superar.
En ese sentido, «Hitman’s wife’s bodyguard» es más de lo mismo. Nada demasiado nuevo, excepto un aumento de escenas de violencia, destrucción, balas y combate cuerpo a cuerpo. Y tal vez, un elenco con mayores figuras. Como para asegurar que la visita al cine sea una experiencia familiar.
La historia que nos trae Patrick Hughes (mismo director de la primera y con mucho conocimiento del género por haber sido actor y productor) es más bien esquemática. Presenta a los mismos personajes de la primera entrega, el matrimonio Kincaid (Jackson + Salma Hayek) y el guardaespaldas con aspiraciones (Michael) jugado por Reynolds. La trama implica un retorno de la misma propuesta, esta vez ligeramente distinta, dado que hay mayor participación de Hayek, quien co-lidera el relato en una performance decididamente ruidosa.
Luego de un simpático inicio, el trío es capturado por la ley. O casi. Digamos que su detención ofrecerá la posibilidad (o no) de negociar el trabajo del grupo en pos de una misión para proteger al mundo y enfrente como antagonista de lujo aparecerá nada menos que Antonio Banderas, a años luz de alguna labor destacada.
Hay un complot internacional, algunos cabos sueltos y desde ya, pilas de asesinos dispuestos a lastimar al trío protagónico. En ese sentido, el único fuerte en términos de aporte nuevo es la participación decidida y pseudo maternal del personaje de Hayek, a quien se la ve divertida y ciertamente relajada en el rol propuesto.
Reynolds y Jackson hacen lo que mejor saben y no van más allá de lo esperable en sus papeles. Tenemos el aporte de un par de secundarios populares (Morgan Freeman, Frank Grillo) y no mucho más.
«Hitman’s Wife’s Bodyguard» es una cinta que entretiene con lo justo. Aporta poca novedad y sí, es más ampulosa que la primera entrega. Hay más presupuesto y se nota. Sin embargo, creo que se imponía un cambio de dirección a todo nivel si la idea es instalar una franquicia para esta propuesta. Es esperable lo que ofrece aunque para seguir consolidandose en pos de futuras entregas, hará falta más. Mucho más.