Divertida comedia negra con guardaespaldas y asesino
Un argumento minimalista y acción a raudales, en una trama donde todos quieren matarse con todos.
La acción brota a raudales en esta comedia negra muy bien dirigida por Fran Hughes, encargado de la última entrega de la trilogía de "Los indestructibles". El argumento tiene cierta originalidad al mostrar los problemas que tiene un guardaespaldas venido a menos en su profesión cuando es comisionado para llevar a uno de los mas temibles asesinos a sueldo desde Inglaterra hasta el tribunal de La Haya para que declare en contra de un terrible dictador. La trama tal vez sea minimalista, pero da lugar a todo tipo de escenas divertidas en las que interactúan los dos protagonistas, Ryan Reynolds como el guardaespaldas, y Samuel L. Jackson como el asesino que hay que cuidar. El detalle de que ambos se detesten y sobre todo de que Jackson no tenga ningún problema en tratar de liquidar a su protector, dado que no tiene muchas ganas de testificar, mientras varios asesinos tratan de matarlos a ellos, resulta en una vertiginosa mezcla de humor y violencia que tiene su momento culminante cuando estos dos tipos de temer comparten un viaje con unas monjas. Justamente, otro atractivo de esta explosiva road movie es la variedad de paisajes que usa como fondo para sus tiroteos a granel.