La muerte les sienta bien
Esta realización, que se vincula desde el primer momento en lo que se conoce como del género comedia de acción, en una primera secuencia, que finaliza con el rostro petrificado de Michael Bryce (Ryan Reynolds), al mejor estilo Buster Keaton, termina refrendando a lo largo de la narración eso que proponía en los primeros minutos. Secundado, apoyado, exacerbado, por un diseño de sonido y una banda sonora en representaciones más narrativas que climáticas.
En estos términos la música, las canciones y la forma en que se las utiliza, nunca dejan de recordarnos hasta el final que el filme se burla del propio género al que se adscribe.
Lo segundo que sucede para sostener y desarrollar la premisa, pero que en la realidad es prioritaria para la misma, es el establecimiento de la famosa química entre sus protagonistas. Eso también se logra- La aparición de Darius Kincaide (Samuel L. Jackson) en la historia, y el encuentro con quien deberá ser su guardaespaldas definitivo es de guión, pero de un buen guión, por momentos se asemejan, salvando las distancias, en tanto posición de ambos en contradicción como mecanismo de humor a la establecida entre Stan Laurel y Oliver Hardy
El director Patrick Hughes (“Los mercenarios 3” / “The Expendables 3”, 2014) construye la relación de ambos en medio de las escenas de acción a gran escala, siempre en tono de comedia, dos personajes que se odian, ambos lados de una misma moneda, y un villano que parece extraído de un manual de guión, sólo que en este caso Vladislav Dukhovich (Gary Oldman) y el traidor necesario y de turno, como una farmacia, es Jean Foucher (Joaquin de Almeida), ambos actores conocen esos personaje de memoria, y se nota.
Para quedar establecido como una producción de neto corte clásico no pueden faltar las subtramas, aquellas que le da un respiro al espectador sobre la trama principal, y al mismo tiempo distienden tanto en el género del suspenso y/o policial, en este caso al ser dos protagonistas, son dos subtramas, que parecen interrelacionarse entre las mismas pero nunca sucede. Como otra variable de ruptura.
La gran diferencia entre ambas se establece por quienes sostienen a los personajes, Sonia Kincaid (Salma Hayek) como la esposa de Darius, y Amelia Rousell (Elodie Yung). como la ex de Michael. La primera sabe perfectamente cual es el juego que se proponen y lo juega de maravillas, la segunda nunca le encuentra el tono al personaje y no se dio cuenta que es un juego, pasa casi desapercibida por el poco tiempo en pantalla y por sus compañeros.
La historia se centra en estos dos personajes Michael, uno de los mejores guardaespaldas del mundo, que debe trasladar a Darius, un peligroso asesino a sueldo, a los tribunales de La Haya como testigo en el juicio contra Vladislav Dukovitch. Uno cuida sin preguntar a quien esta cuidando en realidad, el otro mata y nadie se pregunta la razón real de su accionar. La traducción del titulo original del filme seria algo así como “El guardaespaldas del sicario”, ¿A que se debe la modificación?
Peleas bien coreografiadas, persecuciones de autos, motos, lanchas. aviones, etc. muy bien filmadas, un guión con diálogos inteligentes y mucho humor, sumado al contrapunto exacto de la pareja protagónica.
Descubrir las dotes actorales de Samuel L. Jackson a esta altura parecería ser casi una falta de respeto, mientras el canadiense Ryan Reynolds desde antes de “Enterrado” (2010) viene demostrando ser un gran actor todo terreno
Entretenimiento asegurado, secuela casi también, ¿Estaremos frente a otra saga tipo “Arma Mortal”. 1987, 1989, 1992 y 1998)
(*) Dirigida en 1992 por Robert Zemeckis.