El guardaespaldas
Michael Bryce (Ryan Reynolds) es un guardaespaldas de primera clase que es infalible en su trabajo, al menos hasta el momento en que pierde a un cliente y su vida se viene a pique. Tiempo después se gana la vida protegiendo a gente poco importante pero su ex esposa Amelia (Elodie Young), una agente de la INTERPOL, le ofrece un trabajo y a regañadientes acepta escoltar y llevar sano y salvo a la corte de La Haya en Holanda para que testifique contra Vladislav Dukhovich (Gary Oldman) un dictador de una pequeña república europea.
Desde su premisa la película ya plantea una suerte de homenaje/parodia a las películas de acción de la década del 80 y principios de los 90, Y aunque le sale bien, se hace bastante predecible por momentos y hace decaer el ritmo un poco.
El fuerte está en su elenco de reconocidas figuras ya que son ellos quienes logran sobrellevar lo cliché que son sus personajes, sobre todo el dictador que encarna Gary Oldman. Además el divertido dúo protagónico hace todo más fácil ya que tiene una excelente química.
Patrick Hughes es un director joven que aún no tiene experiencia pero en esta película muestra lo que había dado en sus obras anteriores (Red Hill y Los Indestructibles 3) y ratifica que es muy bueno para la acción, en este caso acompañadas por un recorrido por algunas importantes ciudades europeas.
Duro de Cuidar es una entretenida comedia de acción que no va a reescribir el género y que sirve para pasar casi dos horas de diversión sin sentido.