A LOS BALAZOS EN RUSIA
Volvió McClane. Y volvieron a Rusia los villanos. Como si fuera parte de un autohomenaje, el opus 5 de esta buena saga logra estar por encima del estándar de un género que tiene casi como único apoyo las escenas de acción. Aquí va a rescatar a su hijo, empleado de la CIA, una empresa muy movida. Y entre los dos, mientras le pasan revista a su vínculo, matan gente mala y escapan de casi todos. El filme es ágil, incansable, con algunas persecuciones magníficas. Y el gran Willis le pone clima, colorido y sorna a un filme entretenido. Comienza en Moscu y termina en Chernobyl. Arranca burlándose de la edad del protagonista y termina exaltando su experiencia. Un homenaje a la sabia veteranía.