Toda la mística de una saga icono del cine de acción, regresa combinando los momentos de nostalgia retro, con la puesta mas moderna que se puede esperar del genero. El carisma de Willis esta intacto, su presencia en la pantalla llena el cuadro y verlo sudar, sangrar, disparar… es como un viaje en el tiempo a las épocas del cine de súper acción de fines de los ochenta.
Pochoclera hasta la medula, se disfruta y entretiene.