Bruce Willis, llega después de seis años más duro de matar que nunca.
Este es el regreso de otro personaje entrañable, John McClane, a quien conocimos en 1988 como “Duro de matar” dirigida por John McTiernan, donde un grupo terrorista se apodera del edificio Nakatomi Plaza y secuestra un grupo de personas que asistían a una celebración, y él terminaba salvando a todos. Terminó siendo una saga con un gran éxito en la taquilla. Hoy el protagonista Willis tiene 57 años y esta tan vigente como hace 25 años. También sucede lo mismo con Stallone, Schwarzenegger, estos héroes de acción, que ya los vimos en “Los Indestructibles 1 y 2” y esto continua. Schwarzenegger estrenó hace pocos días “El último desafío”. Asistimos a esta película protagonizada por Willis con el mismo carisma, su sonrisa encantadora, sus frases divertidas, esa mueca socarrona, las persecuciones, explosiones, corridas, él no busca los problemas los encuentra, y ya está dispuesto para firmar la sexta parte de esta atrayente saga.
Todo comienza cuando su hija Lucy (Mary Elizabeth Winstead), lleva al aeropuerto a su padre John McClane (Bruce Willis), le regala una guía con algunas palabras para que pueda comunicarse con los rusos, lo deja en el aeropuerto. Él debe reencontrarse con su hijo Jack McClane (Jai Courtney, trabajo en la recientemente estrenada “Jack Reacher”, 2012) fue arrestado, conjuntamente con otro personaje importante este va a testiguar contra un multimillonario ruso.
Cuando llega a Rusia, nos vemos frente a una secuencia inicial con toques de humor, John McClane necesita trasladarse al Juzgado para saber que paso con su hijo, el taxista comprende lo que le dice mientras él lucha a través de una guía que tiene para comunicarse, cuando descubre que es neoyorquino no para de recordarles canciones de Frank Sinatra como “new york new york”. Ante el congestionamiento de tránsito decide llega por otra vía, apenas aparece en el lugar de destino una serie de autos explotan al compas del tema musical “el himno a la alegría”, un prisionero político guarda un expediente buscado por un ministro, quien lo protege en forma encubierta es Jack McClane quien es una agente de la CIA, y John McClane una vez está de nuevo en el momento equivocado y el lugar equivocado.
En medio de todo esto se vuelven a reencontrar padre e hijo, pero no ocurre de manera convencional, sino entre explosiones, persecuciones, luchas cuerpo a cuerpo, destrozando todo tipo de autos, autos volando, detonaciones de edificios, rotura de vidrios, helicóptero, mucha acción durante todo el film. Hay traiciones, tensión, intriga, sorpresas, rusos malos, y un toque nostálgico. Los espectadores mantienen su interés a lo largo de la historia porque su ritmo es intenso, vertiginoso y cada escena tiene gestos, humor y diálogos ocurrentes, tiene personajes como Sebastián Koch, el villano de turno, y la cautivante Yulia Snigir (29), actriz y modelo rusa. Es increíble un film con un flojo guión y con algún problema de montaje, pero que entretiene a lo largo de una hora y media y es un gran merito de su protagonista que sigue agradando a sus seguidores y al género. Tenemos Bruce Willis para rato porque se viene la sexta.