TRADICIÓN RECONFIGURADA
El cartel del telediario reza “para todos los italianos que quieran habitar el suelo americano” y la invitación resulta más que tentadora si se tiene en cuenta el hambre, la pobreza y la desocupación en el viejo continente ¿Cómo resistirse a la nueva oportunidad, al futuro prometedor? ¿Acaso importa que Argentina y Estados Unidos carezcan de ciertos alimentos tradicionales o que haya que reconfigurar las recetas con los elementos de aquellos países? No sólo parece no importar, sino que, incluso, se produce un nuevo efecto: la mixtura y apropiación.
Estas respuestas gastronómicas son las que aborda Mercedes Córdova a través de un trabajo de doble articulación entre las corrientes migratorias y las transformaciones en las costumbres alimenticias, en donde ambas posturas sufren cambios identitarios que no hacen más que subrayar la imbricación de una en la otra y ofrecer como resultado esa integración cultural y culinaria que tanto comentan los testimonios.
Para ello, se sostiene en el despliegue de miradas contrapuestas entre italianos en su país, en Argentina y en Estados Unidos. En el primer caso se percibe un vínculo intenso entre territorio y tradición aislando la idea de un único autor y, en su lugar, el pensamiento de pueblo como creador. En el segundo se remarca la esencia individualista nacional con algunos matices de genios inventores de recetas, con la
salvedad de grupos en el interior que intentan celebrar numerosas fechas conjuntas como signo de identidad común.
El último caso se compone de dos miradas opuestas. Por un lado, una mayor distancia respecto de las costumbres gastronómicos originarias y, por otro, la mostración de algunos objetos familiares que mantienen el lazo con el pasado. Por ejemplo, las fotos de los antepasados de una mujer o un hombre diciendo que la pizza es la misma en ambos lugares con la única diferencia de hornos: uno a leña y otro a gas.
Respecto a este mismo punto, en E il cibo va, el viaje de la comida italiana se profundiza el concepto de imitación de lo italiano frente al uso de productos que no corresponden como el aceite de oliva y el queso parmigiano versus el parmesano (invento de los norteamericanos, según uno de los entrevistados). También se comenta la incorporación de carne en grandes cantidades como respuesta a la escasa variedad de verduras frente a la cantidad europea.
El dato final no hace más que sellar el discurso de todo el documental y, al mismo tiempo, devolverle el tono más informativo del comienzo. Un viaje por distintas regiones, costumbres, gustos y apropiaciones con un eje común: la búsqueda de la propia identidad por sobre todas las cosas.
Por Brenda Caletti
@117Brenn