La pizza con amigos, la pasta familiar, la milanesa de bodegón. La comedia italiana es, sin duda, una de los componentes fundamentales de la dieta de los argentinos, aunque, claro, con variaciones autóctonas. En busca de los orígenes de esas transformaciones y del arte culinario de la bota, además de sus múltiples influencias, parte la realizadora Mercedes Córdova en E il cibo va.
El documental recorre distintos puntos de la Argentina para después armar las valijas y partir hacia Nueva York, otra ciudad que, como Buenos Aires, supo acoger una oleada enorme de italianos entre fines del siglo XIX y mediados del XX. El destino final es Italia, cuna de los platos y los sabores que, globalización mediante, paladea el mundo entero.
En todos esos lugares Córdova da lugar a testimonios de cocineros de todo tipo (desde los más sofisticados hasta los callejeros), miembros de asociaciones italianas no muy contentos con la pizza al molde y el chorreante de queso de la Argentina, vendedores de productos y algunos académicos que indagan en la historia de los movimientos migratorios.
E il cibo va es, pues, un viaje por momentos caótico -sobre todo en un comienzo bastante desordenado- pero que nunca pierde la gracia y la frescura de esas pequeñas historias. El resultado es ameno y divertido, ideal para ver antes de una gran comilona.