Un poco más y nada más
¿Qué se puede decir de la saga Crepúsculo que ya no se haya dicho? ¿Que detrás del relato de vampiros hay una novela rosa de las más básicas? ¿Que esta hecha para adolescentes y sobre todo para niñas que saldrán como pipas, aunque apostando a la castidad?
Todo eso y más, pero la saga avanza y despliega algunas cosillas que seducen un poco. Mejores efectos, más vampiros y hombres lobo que nos recuerdan a Underworld, pero mejor y un poco, algo, de despliegue actoral, aunque no debería importar, después de todo los suspiros por el lánguido y pálido vampiro de corazón fogoso (estamos hablando, claro, de Robert Pattinson) o del moreno ¡y también fogoso! iIndio-hombre –lobo (Taylor Lautner) están a la orden del dia.
Para los chicos algo hay, pero si bien es cierto que Kristen Stewart es Bella (cuac), no alcanza para justificar que uno pague una entrada como no sea para acompañar una chica.
Hay batalla, hay desarrollo pero lo cierto es que en la tercera parte de la saga todo está más puesto al servicio del fan que del espectador. Pan y circo para el que lo quiera.
Escenas como la de una cama compartida con el hombre lobo diciéndole al vampiro "Yo estoy mas caliente que vos", hacen que las chicas se pongan a los chillidos mientras uno se pregunta que hace ahí.
Es cierto que no todas la películas pueden abarcar a todos los públicos, pero de Entrevistas con el vampiro para acá, pocas veces fue tan chongo lo del deseo sexual. Y en aquella por lo menos se concretaba y se sugería, aquí cerrarse la consigna parece cerrarse sobre la adolescencia. Por suerte toda saga se acaba y a esta le queda poco.