Un poco más y nada más ¿Qué se puede decir de la saga Crepúsculo que ya no se haya dicho? ¿Que detrás del relato de vampiros hay una novela rosa de las más básicas? ¿Que esta hecha para adolescentes y sobre todo para niñas que saldrán como pipas, aunque apostando a la castidad? Todo eso y más, pero la saga avanza y despliega algunas cosillas que seducen un poco. Mejores efectos, más vampiros y hombres lobo que nos recuerdan a Underworld, pero mejor y un poco, algo, de despliegue actoral, aunque no debería importar, después de todo los suspiros por el lánguido y pálido vampiro de corazón fogoso (estamos hablando, claro, de Robert Pattinson) o del moreno ¡y también fogoso! iIndio-hombre –lobo (Taylor Lautner) están a la orden del dia. Para los chicos algo hay, pero si bien es cierto que Kristen Stewart es Bella (cuac), no alcanza para justificar que uno pague una entrada como no sea para acompañar una chica. Hay batalla, hay desarrollo pero lo cierto es que en la tercera parte de la saga todo está más puesto al servicio del fan que del espectador. Pan y circo para el que lo quiera. Escenas como la de una cama compartida con el hombre lobo diciéndole al vampiro "Yo estoy mas caliente que vos", hacen que las chicas se pongan a los chillidos mientras uno se pregunta que hace ahí. Es cierto que no todas la películas pueden abarcar a todos los públicos, pero de Entrevistas con el vampiro para acá, pocas veces fue tan chongo lo del deseo sexual. Y en aquella por lo menos se concretaba y se sugería, aquí cerrarse la consigna parece cerrarse sobre la adolescencia. Por suerte toda saga se acaba y a esta le queda poco.
Obra maestra Pasó bastante tiempo desde la primera Toy Story y un poco menos de la segunda parte, pero los años cuentan igual, en tanto la primera parte de la saga estaba destinada a los niños, luego para los preadolescentes y ahora llega el turno de los adultos. Sin embargo no pasó el mismo tiempo para Andy, el dueño de Woody, Buzz y el resto de la pandilla de juguetes, pero igual el paso del tiempo cuenta: hoy el niño de la primera y segunda está a punto de terminar la secundaria y decide (por sugerencia de mamá) guardar a sus muñecos en el desván, y de ahí a ser donados hay un paso. Al lugar donde llegarán es a una guardería pública donde la diversión de los niños de hoy tiene más que ver con revolear las cosas que con jugar. Woody el único supuesto beneficiado por ser el muñeco favorito, y será quien vaya en busca de sus amigos en una suerte de Gran escape. Lo cierto es que aunque a priori podría parecer una empresa imposible, Pixar consigue nuevamente lograr una gran película. Tres películas en el pico de creatividad, un todo de pleno cine con animación digital, un 3D brillante de plena aplicación –lejos de los engaños habituales para vender entradas- confirman al estudio como el más creativo, el más imaginativo y el más entrañable de todos los que tallan en la animación. Toy Story 3 demuestra ser capaz de divertir, de enternecer y de rescatar para el espectador el placer del juego, el placer esta ahí, en la pantalla, en la totalidad de los 102 minutos de la película. Ninguna traición, ninguna sobredosis de chistes forzados o perecederos; las referencias son tan clásicas que funcionan hoy, mañana y sin ninguna duda pasado también. Y es que aquí hay corazón, inteligencia y alma. Para quienes pudieron disfrutar vía dvd de las dos primeras el sabor será mayor, para los demás solo cabe esperar un continuado de los tres films de manera urgente para conseguir la mejor de las tardes, las noches o los días. Por el placer de una obra maestra.
La saga de Robert Viendo Iron Man 2 y a medida que pasan los minutos, este cronista se preguntaba cómo se lograra, en las películas por venir, sostener que Tony Stark, Nock Fury, Natasha Romanoff y los demás personajes sigan siendo quienes son. Es decir, toda esta película y todo su entorno se basan en historietas, ergo, todo se interconecta y quien es principal en una puede ser un peronaje secundario en "Thor", "Hulk", etcétera. Y quizás eso se deba a que Robert Downey JR. ES Tony Stark, todo lo bueno del film tiene que ver con que él esta en el centro de todo. Su composición es lo más parecido a lo que pensamos que es él, su desparpajo, sus contradicciones y más. Cómo evitar pensar que la escena de la fiesta de cumpleaños no es más que una recreación sin armadura de algún festejo de la estrella hollywoodense. En fin, que la segunda parte de Iron Man esta hecha para disfrutar. Un guión de manual que incluye un villano muy malo que tiene conexión con el héroe (Whiplash) interpretado por Mickey Rourke. que parece una caricatura de si mismo hace un rato largo, y otro pusilánime interpretado por Sam Rockwell que ni siquiera da miedo o produce peligro, razón por la cual su presencia es un tanto superflua. Además de ellos, Samuel Jackson, Scarlett Johanssen, y Gwyneth Paltrow se suman para conseguir un verosímil cercano a la realidad que los amantes del comic amarán, que quienes prefieren que la película haga todo por ellos disfrutaran, y el publico exigente descubrirá que esta bien pero no tanto, que el non stop de acción más efectos especiales, sumados a algunos rasgos humanos de contradicciones y angustias redondean simplemente algo entretenido digno de ver y que no decae. Entre tanto bofe superproducido no es poco. La pregunta es qué sucederá en el futuro, cuánto podrá Downey JR. soportar ser Tony Stark y si hay vida después de este actor para el personaje, lo cual también es mucho decir, porque se sabe, habitualmente sucede al revés.
Solo un hombre Si al espectador le gusta la Playstation sabrá que existe un juego que se llama “God of War” en versiones 1, 2 y 3, si hace poco fue al a ver Percy Jackson y el ladrón del rayo, y si le gustan los libros de mitología griega (por ahí leyó algo de Robert Graves), si tiene todas o algunas de estas aficiones, esta película es para él. Si no es así, ya puede dejar de leer lo que resta. Furia de titanes tiene todos estos rasgos, los mitos griegos como base, la espectacularidad del juego de la Play y puntos de contacto con la película de Chris Columbus. Claro que aquí todo está menos pasteurizado para los chicos y sostiene algunos rasgos de la crueldad y lo sucio de los mitos iniciáticos de los griegos. Claro que la suma del 3D no aporta demasiado, y hay que decir que los fondos en muchos casos están desenfocados. Por lo demás, las actuaciones no destacan e incluso hay alguna que no desentona. El protagonista de Avatar, Sam Worthington hace lo que puede como Perseo, mientras que Liam Neeson y Ralph Fiennes cargan con sus actitudes de dioses como pueden. La historia, por si a alguien le importa, es la de Perseo, semidios que ignora su origen y queda atrapado entre los hombres y los dioses cuando la herejía avanza sobre la ciudad de Argos. Si Perseo se obstina en querer cumplir todo como un hombre, es para que la cosa sea un poco más complicada y despierte atención. Claro que la cuestión le saca gracia al asunto, pero para ser justo, por lo menos hace que la película dure lo justo y necesario.
El evangelio según Denzel El estreno de El libro de los secretos, antecediendo al de La carretera nos hace retomar por el camino del mundo post apocalíptico tan de moda en los ’70 ’80, cuando la inminencia de una guerra nuclear era cosa de todos los días. Los que tenemos unos años nos acordamos de Mad Max como uno de los títulos testigo de ese género, pero claro, hubo muchas más. Esas películas siempre tenían a un hombre con una misión y una supervivencia, y a un grupo de malos detrás de él. Mucha agua (¿o más bien polvo?) ha corrido bajo el puente, y aquí estamos otra vez frente a un film que calza perfectamente en el género. Que esto sea viejo para unos no quiere decir que no exista como novedad para otros y los más adolescentes encontraran en El libro… sin sorpresas pero que en definitiva entretiene. Treinta años después de un Apocalipsis, no importa cuál, Eli (Denzel Washington) camina la Tierra en busca de un lugar seguro para el tesoro que carga, la ultima copia de la Biblia. Carnegie (Oldman) es el malo, sabe leer, ambiciona poder y tiene conocimientos, eso lo hace peligroso porque además es capaz de gobernar a un grupo de gente que lo obedecen ciegamente y que van tras de Eli y su libro. E decir, fe versus conocimiento en un mundo destruido, si las implicancias ideológicas se pudieran saltear, por ahí el espectador un poco más despierto no se sentiría preocupado, lo cierto que el mensaje es medio raro por no decir bravo. Abstraerse es fácil, ya que entre tiros y muertes la cosa no se nota tanto. Sumado a Mila Kunis que hace de la chica que aprende todo, es más llevadero. Oldman hace que cada película que lo tenga en pantalla parezca un poco mejor, Washington hace que cada película en que participe tenga varias lecturas, inclusive las evangelizadoras. El libro de los secretos es entonces un secreto a voces, la gloria del evangelio que sobrevive a los desastres, claro que eso es también una parte de la ficción.
¿Continuación o dependencia? O la dos cosas Percy Jackson debe cargar con la obvia comparación de otra saga de libros y otras películas dirigidas, al igual que aquí, por Christopher Columbus, como son las de la saga de Harry Potter. Claro que los detalles que uno encontraba de sutiles en las primeras películas del joven mago aquí son suplantadas por un directo "ir a los bifes" que nos ponen en situación inmediata y que no ahorran efectos especiales ni puestas en escena. Percy Jackson es, entonces, el hijo de Poseidón, el dios griego del mar, y más allá de no saber sus orígenes, en los primeros 10 minutos se lo pone al corriente de quién es su padre -nosotros ya lo teníamos claro sino al entrar al cine al minuto de comenzada la película-, y la aventura esta servida. Actores famosos en papeles secundarios como Pierce Brosnan, Uma Thurman, Rosario Dawson (lo mejor lejos) le ponen algo de interés en una historia de neto corte adolescente, hecha, pensada y disfrutada por ese publico. Justamente ahí está la mayor diferencia con la saga del mago, porque Potter tenia un relato disfrutable por todos aunque tuviera una orientación juvenil, y que si bien con el correr de las películas se fue perdiendo, era innegable en la películas dirigidas de Columbus (Harry Potter y la cámara secreta y Harry Potter y la piedra filosofal). La búsqueda de un denominador común a todos los títulos hacía disfrutable el relato y la identificación a medida que Harry se hacia con su destino. Columbus decide reiniciar una saga pero extrañamente parece tomarla donde esta hoy la que abandono. Un relato plagado de acción y efectos especiales, un non stop que agradecen los mas jóvenes y una falta de profundidad que se hace necesaria para obtener mayor atención del publico no directo. Claro que eso no necesariamente debe estar en la ecuación y después de todo un buen fanático de la mitología griega no la pasara tan mal aunque se quede con sabor a poco. Percy Jackson puede ser el comienzo de una saga, puesto que todos los estudios parecen estar buscando el grial del personaje que les asegure lo que la saga de Rowling ya les dio y que esta llegando a su fin. Como sea, lo de los dioses griegos parece que no se va a acabar aquí aunque no promete mucho más.
Lejos del “fenómeno”. ¡Por suerte! Películas de vampiros hay a patadas. De Crepúsculo para acá un montón de periodistas y opinadotes varios hablan del resurgimiento de los chupadores de sangre y pavadas por el estilo. Lo cierto es que Crepúsculo es una ñoñez terrible que busca dar ejemplo de castidad y de amor puro donde siempre hubo sexo. ¿O vamos a negar que el beso en el cuello y fluidos que chorrean por la boca de alguien no está más cerca de lo erótico que de lo asqueroso que significa succionar el líquido rojo? Dejando de lado el fenómeno literario+cinematográfico+adolescente que se utiliza como excusa para justificar un nuevo estreno vampírico vamos a lo que importa: Daybreakers, vampiros del día. Futuro, 2019. El mundo esta convulsionado por una epidemia que ha transformado al 95 por ciento de la humanidad en bebedores de sangre. O sea que el 5 restante debe proveer de comida al resto. Atentos a los amantes de las analogías, petróleo o sistema capitalista salvaje que se vale de aquellos que menos tienen para darle a los que más poseen estarán de parabienes. Aquí se habla de eso. Tanto es así que lo que veremos es la búsqueda de la perpetuidad del sistema en manos de un malvado empresarial interpretado por Sam Neil. Buscando sintetizar más sangre, para así lograr el “derramamiento” (cuac) para todos, contrata un investigador que encarna Ethan Hawke, que mientras hace lo que debe por lo que le pagan, descubre una cura. Los cierto es que con las analogías, la critica social, el manifiesto político en puerta, solo faltaba la acción que obviamente llega. Bien pensada, sólidamente construida y de una alta credibilidad, la película entretiene y se deja ver sin que por eso vaya a redefinir nada. Aunque claro, tampoco lo hace Crepúsculo y todos hablan de ella, aunque Daybreakers, vampiros del día sea infinitamente superior en calidad y entretenimiento, así que merecería un destino parecido o al menos que vayan a verla. Que el “fenómeno” quede en manos de Crepúsculo o Luna nueva.