La pareja de enamorados que decide pasar un fin de semana en plena naturaleza (Lago Edén) ni remotamente imagina lo que les sucederá, al sentirse molestados por una pandilla de adolescentes motivados y regenteados por un igual pero absolutamente psicópata que determinará practicamente jugar al gato y ratón con estos dos que tan solo pretendian estar juntos y pasarla joya.
La trama argumental muestra tanta crueldad, padecimientos y tormentos que seguramente cualquier espectador no advertido podrá pasar un rato angustiante ante la visión del filme, que excede por ratos su carga tortuosa y fuertemente violenta, resultando chocante. Pero respecto a lo que propone como cine deja bien asentada la locura colectiva y paranoia diaria a la cual estamos expuestos casi todos y que puede encontrarnos en la ciudad tanto como en un aparentemente tranquilo y agreste paisaje natural.
Existen anteriores ejemplos desde bizarradas clase z como aquella italiana "Autostop rosso sangue" ("Corrupción se escribe con sangre", 1978, Pasquale Festa Campanile) a notables y excelentes como "Deliverance"("La violencia está en nosotros", 1972, John Boorman), que con historias similares han perturbado al espectador desde la pantalla.
En lo actoral, la protagonista Kelly Reilly es tan hermosa como acertada en su rol, y los integrantes de la gavilla cruel tienen su presencia ajustada. No es tarea fácil verla, ya que movilizará y molestará al espectador en su butaca pero también uno puede sostener aquello de que se trata tan solo de un filme, aunque a duras cuentas sobresupone que la violencia está instalada absolutamente en nuestra sociedad, y eso desafortunadamente no es un filme que empieza y termina.