Emily (la nominada al Oscar, Rooney Mara) y Martin Taylor (Channing Tatum) conforman una acaudalada pareja joven y bella, que llevan una buena vida, con una mansión, un yate y todos los lujos que el dinero puede comprar hasta que Martin es enviado a prisión por tráfico de información privilegiada. Durante cuatro años, Emily lo espera en un pequeño apartamento en el norte de Manhattan, pero la liberación de Martin es tan devastadora como su encarcelamiento, y Emily se hunde en una profunda depresión. Después de haber intentado suicidarse, contactan al psiquiatra Jonathan Banks (interpretado por el nominado al Oscar Jude Law) para consultarle sobre el caso de Emily. Desesperada por no ser hospitalizada, Emily accede a seguir un régimen de terapia y antidepresivos, una decisión que cambiará la vida de todos. Al no presentar mejoras, Banks le receta un nuevo medicamento para tranquilizar a sus demonios. Pero los efectos secundarios de esta droga traen escalofriantes consecuencias: matrimonios arruinados, la profesión de Banks destruida y hasta una muerte, pero ¿quién es el responsable? Devastado por este revés profesional, Banks se obsesiona con encontrar una respuesta. Pero la verdad amenaza con destruir lo que queda de su carrera y de su vida privada.