La película tiene un elenco espectacular, un gran director y un guionista de lujo, Cormac McCarthy. El resultado es un film provocador, que muchos odiarán y otros amarán, casi sin término medio. Momentos de gran estilización y diálogos amargos, o delirantes, se mezclan con situaciones desconcertantes y que hasta provocan risa, aunque el transfondo sea el narcotráfico, la violencia y los destinos que se determinan sin que los protagonistas puedan ni soñar con salvarse. Hay que atreverse, aún para discutir.