Drama filmado en blanco y negro por el colombiano Ciro Guerra, El abrazo de la serpiente recrea el paso de un etnólogo alemán y un biólogo estadounidense por la Amazonia más de cincuenta años atrás, encontrándose con las enseñanzas de un chamán que los conduce al descubrimiento de una planta curativa. El film funciona como film de aventuras en imponentes ámbitos naturales, pero no deja de ser producto de un combo conocido: exotismo, indígenas sabios, blancos estereotipadamente malvados o megalómanos, algunas dosis de crueldad, otras de desprendimiento material, etc. Su opulencia ayuda a disimular convenciones y descuidos de actuación, y la decisión del jurado de otorgarle el Premio a Mejor Película recuerda a la mexicana La jaula de oro (Diego Quemado-Diez), premiada dos años atrás, también ajustada a lo que en los festivales suele esperarse de un cine latinoamericano.