El Acoso: Abuso de poder.
La documentalista israelí Michal Aviad dirige este sentido drama que muestra el reiterado acoso laboral que sufre una mujer en su nuevo trabajo. Un relato que se estrena en un momento más que indicado para representar el horror que sufren miles de mujeres hoy en día.
Con el surgimiento del #MeToo y las crecientes denuncias de mujeres de todo el mundo ante una inmensa cantidad de casos de acoso, abuso, violación y todo tipo de conductas inapropiadas en el ámbito laboral, también es considerable la cantidad de relatos que llegan al cine y al resto de las artes en general para hacer eco de esta situación. En los últimos años, hemos tenido diversos films que intentan reflejar estos problemas, pero probablemente ninguno sea tan realista, medido y cuidado como El Acoso (o Mujer Trabajadora, si nos atenemos a la traducción estricta del título hebreo Isha Ovedet).
Este drama con varios momentos de pura tensión e incomodidad busca ponerse en el lugar de Orna (Liron Ben-Shlush), una madre de tres hijos que acepta un puesto como asistente de un poderoso agente inmobiliario, Benny (Menashe Noy). Su marido (Oshri Cohen) tiene algunos inconvenientes para mantener su restaurante, el cual acaba de inaugurar. Orna comienza a ser acosada sexualmente por Benny, pero intentará hacerle frente a la situación ante el complicado panorama económico de su familia.
Lo interesante del largometraje es que se centra en la raíz de la encrucijada en la que se ven envueltas muchas mujeres donde tienen que contraponerse ante la situación mencionada, pero también al escepticismo de la gente que las rodea, tirando frases del estilo de “¿por qué no renuncio?”, no solo demostrando una total falta de empatía, sino también un desconocimiento profundo de este tipo de situaciones. Los argumentos mencionados dan por sentado que las mujeres tienen un montón de oportunidades laborales pero en la mayoría de los casos esto no es así o por otro lado, este tipo de confrontaciones sin resguardo o sin denuncia pueden traerles consecuencias en sus carreras. Es por ello que esta obra pone el foco en todas estas cuestiones o problemáticas con el objetivo de brindar un relato reflexivo y de denuncia. Una película que pese a estar situada en medio oriente retrata una temática completamente universal.
Para tal ardua tarea fue necesario un elenco poderoso en el cual se destaca Liron como la protagonista que lucha contra su jefe y también con la falta de contención de su esposo. Noy y Cohen también componen dos solidas interpretaciones para redondear un perfecto trabajo interpretativo del cast. El guion también es otro de los puntos fuertes de la obra que opta por un buen desarrollo de sus personajes, por una mirada realista y por exponer sus ideas de manera acertada sin incurrir en el mero melodrama, la exageración o una grandilocuencia desmedida que busque el golpe bajo.
Asimismo, el trabajo de cámara de la cinta es bastante interesante ya que los planos fijos de larga duración, la cámara en mano, los detalles en profundidad que permiten varias capas de atención dentro de un mismo plano y los movimientos de cámara favorecen a esa mirada cuasi documental que busca la directora.
En síntesis, El Acoso es un film potente y duro (incluso con algunas escenas impactantes), inquietante y sumamente relevante que viene a manifestarse a un tema muy vigente en la sociedad contemporánea. Una carta de denuncia pero que no se queda en el molde sino que busca trascender mediante sus destacadas actuaciones así como también un guion consistente y una mirada enfocada y determinante de su directora. Una película para reflexionar y debatir en las charlas post visionado.