Feria vintage
El agente de C.I.P.O.L. es, claro, la versión cinematográfica de la famosa serie de televisión de la década del sesenta. Napoleón Solo e Illia Kuryakin fueron los inolvidables protagonistas de aquella serie de espías. En esta nueva versión, con un gran presupuesto y con Henry Cavill y Armie Hammer en los roles protagónicos, algunas constantes de la serie se sostiene pero básicamente funciona como una precuela de las cuatro temporadas (y el spin off ,La chica de C.I.P.O.L. de 1966) de El agente de C.I.P.O.L. (1964-1968). Si los sesenta fueron el esplendor de las más disparadas series y películas de espías, el 2015 parece mostrar que han vuelto a brillar esta clase de historias. Ya vimos las excelentes Kingsman y Misión: Imposible Nación Secreta y está llegando una nueva película del eterno James Bond. En ese contexto, la película debía buscar su propio estilo y personalidad, y de alguna manera lo intenta, aunque con un resultado dispar. Guy Ritchie, director de films personales como Juegos, trampas y dos armas humeantes, Snatch, Revólver y RocknRolla y otros menos personales y mucho menos interesantes como Insólito destino y los dos Sherlock Holmes con Robert Downey Jr. El agente de C.I.P.O.L. parece buscar un punto intermedio, pero que se queda, justamente, a mitad de camino. Varias escenas están muy logradas, los actores son carismáticos y la elección de que sea un film de época no está mal. Pero a la vez hay muchas escenas que no se conectan entre sí, los villanos no son interesantes y lo que más vale son los protagonistas. Justamente, la historia es la de cómo los dos agentes aprenden a trabajar juntos, sumándose a ellos una joven (Alicia Vikander) y el famoso personaje de jefe en la serie, Alexander Weberly (nada menos que Hugh Grant). Ritchie no tira todos los recursos visuales que suele desplegar, se contiene bastante, pero algunas escenas tienen su impronta y su sentido del humor inconfundible. El mayor problema es que demasiado tiempo pierde El agente de C.I.P.O.L. en presentar a sus personajes y mucho más tiempo en mostrar el diseño vintage de vestuario, peinados, objetos, autos varios y decorados. Es una verdadera feria vintage de diseño. No es el fondo del relato, sino el centro del relato. Y como tal, altera el ritmo de la película. A diferencia de los films de espías mencionados arriba, las acciones no son del todo claras y varias escenas están resueltas de forma poco rigurosa. No se animó a ser una comedia, pero tampoco es un film de acción puro. La serie, esta vez, es mejor que la película.