El agente de C.I.P.O.L.: Mi nombre es Solo, Napoleón Solo
Pasadas unas pocas semanas del estreno de Misión Imposible 5, a unos meses de distancia para el arribo de 007: Spectre y a 50 años de la emisión original de la serie homónima, llega El Agente de C.I.P.O.L. (The Man From U.N.C.L.E.). Y su llegada no puede ser más oportuna.
En una época donde los conflictos de la guerra fría y las películas sobre ello quedaron en el pasado, Guy Ritchie entrega una adaptación de la serie de los años 60, que ironiza al género, de manera similar a Kingsman, pero de forma más realista y con seriedad. El hijo perfecto tal vez entre Austin Powers, el hombre internacional del misterio y James Bond.
El ya reconocido estilo de Guy Ritchie (director de las Sherlock Holmes, protagonizadas por Robert Downey Jr.) se siente durante todo el largometraje, y junto a las sólidas actuaciones de Henry Cavill (Man Of Steel 2013) como el agente de la CIA Napoleon Solo y Armie Hammer (El Llanero Solitario 2013) en la piel del agente de la KGB Illya Kuryakin, redondean un film poco esperado, pero que va a sorprender a más de uno.
Párrafo aparte para las secuencias de acción en perfecta mixtura con el tono de comedia, donde en el lugar común del tiroteo o la persecución automovilística la vuelta de tuerca del director hace que esas escenas se sientan frescas y no una repetición de algo ya visto.
Donde tal vez se escapa la tortuga es con la participación de Hugh Grant, el cómico romántico interpreta al director del centro de inteligencia inglesa y es el encargado de juntar a la CIA y la KGB para crear la organización internacional. El problema reside en sus escasas apariciones, ya que sólo con el piloto automático es uno de los que más resalta en pantalla y el estilo de la película le sienta a la perfección. Habrá que esperar unos años más para ver la secuela y esperar aún más de Cavill, Hammer y Grant.