Una reconfortante sorpresa ofrece la actriz y ex modelo Paula Siero con su ópera prima, un film sencillo pero a la vez dotado de ciertas ambiciones narrativas que lo enriquecen. A través de una historia que gira alrededor de dos hermanas que conviven y deben atravesar por una dura circunstancia de vida, El agua del fin del mundo va desarrollando un drama con fuertes contenidos sentimentales y emocionales. El diagnóstico de una enfermedad terminal mueve a la hermana mayor a ir a Ushuaia a cumplir su sueño de zambullirse en las aguas del extremo sur antes de morir, mientras que diversos personajes se irán integrando y aportando distintos matices a la trama. Especialmente un músico callejero, desquiciado y adicto a las bebidas fuertes (un Facundo Arana fuera de registro) que se involucrará con ambas y será decisivo en el camino y las decisiones que tomen. Con algunos aportes visuales interesantes, diálogos creíbles y un desenlace sugerente, El agua del fin del mundo redondea una obra pequeña pero valiosa, sostenida por un elenco que combina oficio con sensibilidad.
Notable Diana Lamas, muy bien acompañada por la bellísima revelación de La tigra, Chaco, Guadalupe Docampo; junto a secundarios impecables como Graciela Stefani y Mario Alarcón.