Dos hermanas que deben enfrentar una realidad de la que no pueden volver; un viaje, un hombre, un lazo profundo que las une ante la adversidad. Adriana, la mayor (interpretada por Diana Lamas, a quien pudo verse en La Lola, Un argentino en Nueva York) está enferma y sus días están contados. Laura, su hermana menor (Guadalupe Docampo, Mejor Actriz en el 23° Festival de Cine de Mar del Plata) es quien trabaja y debe cargar con la enfermedad de Adriana y con el sueño de esta de viajar a Ushuahia. En el camino de ambas se cruza Martín, un músico deambulante y borracho interpretado por el reconocido Facundo Arana. El trío deberá superar varios escollos antes de lograr el ansiado viaje; la unión de las hermanas se verá amenzada por la intromisión de Martín, quien se ve atraído por las dos chicas.
Más allá de la trama –simple pero profunda- que cuenta Paula Siero en su ópera prima, se destaca la generosidad de los protagonistas, quienes guiados por los sentimientos más puros hacen lo que pueden con la realidad que les toca vivir.
Guión sólido acompañado por actuaciones precisas, parejas. Si bien hay algunas imágenes metafóricas propias del lenguaje cinematográfico, El agua del fin del mundo bien podría haber sido pensada para televisión por su formato. Sin embargo, vale la pena mirarlo y analizarlo; si algo queda claro es que Paula Siero va por buen camino.