En la famosa entrevista que François Truffaut realiza con Alfred Hitchcock, el periodista y cineasta entiende que “El suspense es, antes que nada, la dramatización del material narrativo de un film o, mejor aún, la presentación más intensa posible de las situaciones dramáticas” (El cine según Hitchcock, 1974). Ese término que supo identificar al cine de este director inglés -a quien Truffaut lo definió como su gran maestro- es retomado, de forma constante, por contemporáneos que ven en él un modo de abrirse paso en el mundo del cine. Entre ellos está François Ozon, quien, a lo largo de su filmografía, viene haciendo del suspense una herramienta necesaria y su nuevo largometraje, Amante doble, no es la excepción.