De la abundancia al hastío
Emma es una inmigrante rusa que llegó a Italia para casarse con un rico industrial italiano. Veinte años más tarde tiene tres hijos y un matrimonio que la aburre. Conoce a Antonio, un amigo de su hijo, con quien comenzará a mantener un apasionado romance, que pondrá en crisis toda su estructura familiar.
El amante pretende narrar la historia de un personaje de dimensiones bovarianas -Madame Bovary se escribió hace tiempo- que, cansada y hastiada de una vida insulsa, decide embarcarse en una aventura que al mismo tiempo destruirá a su familia y le permitirá emanciparse de un matrimonio sin amor.
Si bien el relato se supone que focaliza la historia de Emma Recchi, la introducción de la película es un poco ambigua en este aspecto y pone -a mi juicio- demasiado énfasis en temáticas que luego serán meramente secundarias: el traspaso de la empresa y la nueva novia del joven Eduardo. Ambas temáticas se desdibujan a lo largo del film de modo inexplicable.
No obstante, el trabajo de Tilda Swinton (Emma) es destacable, aunque el director Luca Guadagnino no ha sacado todo el provecho desde el punto de vista del desarrollo del personaje. La potencialidad de un personaje que promete queda finalmente sólo en la promesa.
El relato resuelve los grandes conflictos planteados de modo abrupto, caprichoso e inverosímil, sin darles el espacio dramático que ameritan, sobre todo si se tiene en cuenta el extenso desarrollo que se toma el director para incrementar cada una de las historias.