Diario de una pasión
A pesar de que la protagonista es Tilda Swinton, típica heroína que relacionamos rápidamente con películas de origen anglosajón, "El amante" es un film del italiano Luca Guadagnino que ha recorrido una enorme cantidad de festivales y que ha obtenido numerosas nominaciones como mejor película extranjera -como por ejemplo en los Globo de Oro, en el British Independent Film Awards y en los BAFTA, entre otros-.
Ha sido también nominado a los Oscar por su exquisito diseño de vestuario y le ha dado a Tilda Swinton el premio a mejor actriz en el Festival Internacional de Dublin. Con todos esos lauros llega "El amante", una no tan inteligente traducción de su original "Yo soy el amor", aunque por la homonimia, la deja adosada al relato de Marguerite Duras que fuera llevado al cine por Jean Jacques Annaud años atrás.
En este caso, Guadagnino, nos sumerge en un retrato de una tipica familia de la alta burguesía industrial de Milán, la familia Recchi, con su particular forma de clan patriarcal y los hilos que se entretejen entre sus protagonistas. El relato, también atraviesa otras ciudades como Londres y San Remo que son las que sirven de escenario para situar los diferentes capítulos de la historia.
En esto entorno de supuesto lujo se van moviendo los personajes de una familia que respira delicadeza en la superficie (con la preparación de una gran cena al estilo "La fiesta de Babette" que el director describe con una delicada delicada minuciosidad) pero que ya con el correr de las primeras escenas se comienzan a sentir ciertas pulsiones relacionadas con el dinero, el poder y el status familiar reinante, que detonarán más aún cuando el abuelo de la familia delegue en vida, el mando de la empresa a su hijo y al elegido de entre sus tres nietos.
Durante esa cena, punto de inflexión en la dinámica familiar, el elegido será Edoardo, centrando desde ahora las miradas en su persona, dando lugar a que sus hermanos, con menos presión familiar, queden libres para vivir sus propias vidas con total autonomía.
Lo que desequilibra nuevamente el frágil orden familiar será el reencuentro de este nuevo pilar de la familia con un amigo de su juventud, Antonio, que será sin saberlo, quien desencadene la tragedia interna en la familia.
Emma (Tilda Swinton) es la madre de los Recchi quien atraviesa un momento particular y logra escapar de la abulia matrimonial, de la falta de mirada como mujer y de la falta de tensión sexual en su pareja cuando vive un apasionado romance apasionado con Antonio, quien ingresa a la casa como cocinero de los banquetes familiares -algo similar a lo que sucedía con el personaje de Kristin Scott Thomas en "Partir" aquí no solamente siendo dos personajes antagónicos en clases sociales sino también con una diferencia de edad importante-.
Evidentemente es tal la necesidad de Emma de encontrar una mirada de amor en su vida, que no hay ningún tipo de tabú dentro de ella, como ajena a los ritos y las presiones y mandatos familiares. Se siente libre al verse invadida por el amor y encuentra su lugar en la pasión y en la expresión de sus sentimientos, desatendiendo ciertas señales que va dejando en el camino que hacen que se precipite el drama familiar.
Quizás el director y el guión mismo, imponen una mirada que peca de demasiado clásica, penalizando la infidelidad de Emma con el desencadenante de la tragedia. "El amante/Yo soy el amor" guarda un estilo narrativo que no se aparta demasiado de un melodrama clásico con todos los componentes del género y es quizás ahí en su propuesta más acartonada, en donde pierde terreno.
Pero crece, sin embargo y al mismo tiempo, en otros dos ámbitos: durante las primeras imágenes Guadagnino se toma todo el tiempo necesario para que mediante gestos, miradas, marcas, planos y detalles nos vayamos sintiendo parte de ese clan familiar, entender sus entramados, sus signos ocultos, sus costuras, que serán luego importantes para ir entendiendo las pulsiones de cada uno de los personajes.
Pero sin duda lo más impactante que tiene "I am love / Io sono l'amore" es la exquisita puesta en escena, el vestuario, la escenografía, las postales que logra con su fotografía, los detalles en los que se detiene la cámara observadora de Guadagnino para ir corriendo el velo de ciertas cosas casi imperceptibles y lo hace con una cámara que tiene puntos de vista que sí se apartan de una mirada convencional.
Tilda Swinton logra otro trabajo de gran nivel con su Emma ambivalente entre la contención de sus hijos, permanecer fiel a ciertas formas y la desmesura con la que irrumpe el amor en su vida.
El resto del elenco acompaña sin grandes estridencias y siempre apoyados en el lujo visual que recorre todo el relato con una especial participacion de Marisa Berenson (recordada por "Barry Lyndon" "Muerte en Venecia" o "Cazador Blanco, Corazon Negro").
Una historia simple, clásica, pero exquisitamente filmada que es justamente lo que hace que por más que sea una historia de infidelidades que ya ha sido contada de muchas y reiteradas formas en el cine, logre impactarnos por el cuidado visual y la delicada forma en que está filmada.