EN LA GUERRA Y EN EL AMOR TODO SE VALE…Y EN EL SEXO TAMBIEN
Se podrían hablar de diversas teorías que expliquen el por qué de los gustos y deseos sexuales. El psicoanálisis y la sexología, entre otros estudios, se ocupan de este campo… pero nada de eso importa en la película El amor se hace: allí lo único que importa es disfrutar. Sea como sea.
El film nos muestra cinco parafilias principales que atañen al deseo sexual: dacrifilia, elifilia, herbofilia, somnofilia, harpaxofilia. Lejos de una mirada juzgadora, inquisidora, de extrañeza o burla, la película retrata estos patrones de comportamiento sexual de una manera inteligente, con un humor sutil pero sumamente efectivo, que permite describir de forma espontánea y natural cómo es convivir, aceptar y disfrutar de lo que nos genera placer.
La película se centra en cinco parejas centrales, donde cada una representa una parafilia diferente. Algunas desde la vergüenza, otras desde el pudor, otras desde la tentación o de otra forma, cada dupla va experimentando, conociendo y experimentando las diversas prácticas sexuales de forma abierta y sin tabúes, demostrando que el sexo y las prácticas sexuales que se realizan para obtener placer, mientras sean consensuadas, son saludables realizarlas.
La puesta en escena se lleva a cabo en diferentes ambientes, todos repletos de colores muy vivos. La película en general tiene una coloración muy alegre que, sumado a la correcta musicalización, a los diálogos repletos de una comicidad pícara (que le permiten abordar escenas pudorosas de forma airosa) y a las grandes interpretaciones, hacen del film una experiencia más que disfrutable. En este aspecto, vale destacar la actuación de Anna Katz, quien compone un personaje fresco y divertido, que en dupla con el director del film, Paco León, construyen una pareja eficaz tanto a nivel dramático como en el efecto de comicidad.
El amor se hace se presenta como una comedia inusual, ya que toca un tema aún un tanto tabú en la sociedad, y sin embargo funciona perfectamente a la hora de ser mirada. La sexualidad es una parte constitutiva del ser humano, que siempre que sea con el aval del otro, proporciona placer al momento de la concreción de deseos y fantasías en este plano. Soda Stereo no diría lo mismo, ya que para ellos nada era más dulce que el deseo en cadenas, a lo que el film le respondería “¿Y quién te quita lo bailado?”.