Rob Reiner está en todo su derecho de demandar a los productores y a todo el equipo creativo de esta película porque es un robo a mano armada hacia Cuando Harry conoció a Sally (1989) o, si es que lo miramos con un ojo bueno y sin malas intenciones, un homenaje ENORME.
Ahora bien, como la fórmula de la que es tal vez la mejor comedia romántica de todos los tiempos es a prueba de balas, así que si se la imita, algo malo no puede salir, la verdad es que nos encontramos ante un buen film, que incluso para completar arcos argumentales también “homenajea” a Más extraño que la ficción (2006) y Palabras robadas (2012). Y el combo -de la historia dentro de la historia- es muy interesante.
Hay clichés propios del género pero los mismos están anunciados y el que avisa no traiciona, así es como Alejo Flah construye un relato dinámico, bien filmado y sin pretensiones grandilocuentes.
Incluso se adaptan las exigencias propias de una coproducción a modo de chiste para incluirlas de manera funcional a la historia (en forma de los tres países en los cuales ocurre todo).
Los cuatro personajes principales están muy bien delineados y logran enganchar. El hilo conductor de la trama, Pablo (Ernesto Alterio), y sus problemas de pareja con Valeria (Julieta Cardinali) va como contra peso perfecto de realidad hacia lo idílico de la pareja ficticia española que vive en el guión que se está escribiendo a lo largo de toda la cinta, interpretada con mucha química por Quim Guitérrez y Marta Etura.
El amor y otras historias es una linda comedia romántica que quien no haya visto Cuando Harry conoció a Sally va a disfrutar bastante. Los que si la hayan visto pasarán un lindo rato, pero no mucho más que eso.