El inicio lo dice todo. El Ángel comienza con un joven de rulos desprolijos y contextura menuda ingresando a una lujosa casa vacía. Pone un disco y baila al ritmo de “El extraño de pelo largo”. ¿Así arranca la película sobre Robledo Puch, el mayor asesino de la historia argentina? Sí. Porque no es el relato macabro lo que veremos, sino una visión libre -versión libre- de un personaje inescrutable, fuera y dentro de la pantalla.
El Ángel está en los detalles
Esta nueva y esperada película de Luis Ortega encuentra sus mayores aciertos en los detalles. Y es gracias a eso que, tras dos horas de una historia sobre un asesino brutal, salís del cine tarareando una canción de Palito Ortega. Hablame de la magia del cine.
La película no nombra a Robledo Puch hasta los últimos minutos y no es casual. El Ángel muestra al hombre-niño antes de ocupar titulares, cuando solo era Carlitos. No esperes ver una biopic. No esperes ver una película como El Clan, que muestre la oscuridad y la perversidad de un asesino famoso por su sangre fría. El Ángel es otra cosa. Es un retrato alegre, sí, alegre, colorido, desprejuiciado y libre sobre lo oscuro e inexplicable. Y ahí radica la lucidez.
Lejos de ir por el camino obvio, Luis Ortega es audaz y libre para contar una historia que atrapa de principio a fin, focalizando el relato en el personaje de Robledo Puch. Le quita almidón al mito y lo presenta como un chico impulsivo al que no tiene demasiado sentido buscarle explicación.
Canciones y estética salvajes
Excelente banda sonora (escuchala acá). Te resignifica “El extraño de pelo largo” de un modo que no la podés creer.
La música como contrapunto de la imagen es extraordinaria. El arte y la fotografía son acertadas al seguir la misma línea: poner color y estridencia en el lugar menos pensado.
Se trata de la historia de “asesinos lindos” y esa premisa se lleva al extremo. Incluso los posters de la película reflejan esa belleza.
Actores de El Ángel: un reparto de rockstars
Lorenzo Ferro como Carlos Robledo Puch la rompe. El pibe te comienza la película derrochando desparpajo, con una mirada que no es cualquier mirada. El tipo mira, te mira, y ahí está todo. Cargar el peso de una película sobre un debutante es un riesgo enorme, pero la valentía tiene recompensa. Ferro se desenvuelve con una soltura total y una irreverencia innata. Born to be wild.
Chino Darín está perfecto como su cómplice. Hay una escena en la que baila y hace playback de Palito Ortega que es todo. Aunque suele hacer dramas y acá interpreta a un asesino, su escena más memorable es, si se quiere, graciosa, absolutamente querible. Maravilloso.
Para completar el reparto de caras bonitas -una decisión deliberada de Luis Ortega que contó en la conferencia de prensa que podés ver acá – llega Peter Lanzani, que no para de elegir buenos papeles. ¡Bien por él!
El Ángel completa su elenco de actores de primera línea de los que no hace falta decir más: Mercedes Morán, Cecilia Roth, Daniel Fanego y Luis Gnecco.
La película argentina sobre Robledo Puch
No esperes ver El Clan, aunque es difícil no compararlas. El Ángel, toma otro camino, igual de válido, y nos cuenta una historia inspirada en Robledo Puch, el máximo asesino de la historia argentina. Se corre de lo convencional con lucidez y anda libre. No se trata de violencia lírica sino de un punto de vista diferente y atrevido. ¿Vale la pena? Cada minuto.
Puntaje: 10/10
Duración: 126 minutos
País: Argentina / España
Año: 2018