Flavia está trabajando con su notebook sobre la mesa, en ese momento la pequeña Lucía está bailando frente al televisor con un videoclip de una banda teen. Flavia se desconcentra y apaga la tv, Lucía la observa de reojo y se pone a escuchar música con sus enormes auriculares.
Momentos incómodos de esta tónica priman en El año del león, ópera prima de Mercedes Laborde, con el protagonismo de la experimentada Lorena Vega (Flavia).
Se trata de un relato intimista de una mujer que quiere superar la muerte de su ex pareja desde un punto de vista femenino. No será fácil pues la niña Lucía (Malena Moirón), hija del su difunta pareja, entra en acción provocando situaciones y choques familiares.
Mercedes Laborde aborda los problemas desde una sensible óptica, el conflicto es sútil y se hace presente en el juego de miradas de ambas protagonistas. Las noches de sexo fugaz son frías y están tan lejos del disfrute como Flavia de su hija en la radiografía de una mujer que esconde sus debilidades para aparentar fortaleza.
Sola en la casa… y en la vida
En este caso es muy acertada la camaleónica actuación de Lorena Vega quien le aporta una dosis de misterio a su solitario pero sobradamente tenaz personaje. Un personaje 100% mujer hecho por una mujer y pensado por una mujer.
El año del león es una historia chiquita, casi un susurro, pero eso no le quita méritos, el ritmo narrativo nunca decae y es consecuente consigo misma.