Durante los años ‘70, una joven desesperada recurre a una clínica que hace abortos clandestinos. Pero como tiene un embarazo bastante avanzado, la doctora se niega a hacerlo y le propone, en su lugar, venderle el bebé a unos clientes suyos. Como no tiene ninguna garantía ni espacio para dormir, se refugia en la casa de la profesional hasta que el pequeño nazca. Ambas personalidades se van a entrelazar en una extraña y peligrosa relación.
«El apego» es un thriller inquietante y perturbador que va creciendo en intensidad a medida que avanza la historia y se muestra la verdadera personalidad de sus protagonistas. Tiene varios giros impactantes y sorprendentes que el espectador no se los ve venir y que hacen que la trama vire hacia lugares insospechados, manteniéndonos atentos y atrapados. La experiencia de Valentín Javier Diment («El eslabón podrido») en cuanto a la realización integral del cine de género (dirección, guion y producción) le aporta extrañeza, humor incómodo y absurdo y tensión para que la película se desarrolle de una manera efectiva.
Los aspectos técnicos ayudan a crear ese clima necesario, destacándose por el trabajo que tienen detrás. La fotografía es utilizada al servicio de la narración, priorizando el blanco y negro durante la mayor parte del film y usando el color para marcar un cambio en la postura de una de las protagonistas. Por su parte, la banda sonora consigue acentuar los momentos de suspenso o tensión, y se realiza una buena ambientación de época.
Existen algunas escenas bastante violentas y sangrientas, que pueden no ser del agrado de todo el mundo pero la mayoría de ellas están filmadas con una gran sutileza, por ejemplo, dando a entender a través de sombras lo que no se animan a mostrar de forma directa porque sería demasiado burdo.
Pero «El apego» tampoco sería lo mismo sin sus protagonistas, que realizan muy buenas interpretaciones, logrando transmitir la personalidad de sus papeles a la perfección. Lola Berthet se pone en la piel de la doctora, una persona extraña y distante, que busca ayudar a las mujeres pero a la vez hacer negocios con su trabajo; mientras que Jimena Anganuzzi es esta joven sufrida que no tiene nada ni a nadie en el mundo y busca refugiarse en este nuevo hogar. Ambas consiguen crear una química interesante y una relación simbiótica que va creciendo hasta niveles provocadores. Las actrices se potencian y sacan a relucir lo mejor de la otra.
Más allá de cumplir con todos los componentes que tiene que tener un thriller, la película ahonda en temas más profundos como los vínculos familiares, la violación, el apego y el aborto, desde un costado dramático que roza lo absurdo y la incomodidad.
En síntesis, «El apego» es un logrado thriller argentino gracias al clima inquietante y perturbador que crea, a los efectivos aspectos técnicos que la vuelven visualmente atractiva, a las exquisitas interpretaciones de sus protagonistas y a los temas que toca. Probablemente no sea para todo público, pero sí para aquellos que disfrutan del cine de género.