Uno esperaría no sorprenderse a esta altura del año, pero Nicolas Cage se propone hacerlo lamentablemente con el estreno de El Apocalipsis de Vic Armostrong.
Un pequeño grupo de sobrevivientes deben resolver qué hacer luego de que millones de personas repentinamente desaparecen y el mundo se sumerge en el caos y la destrucción.
La sinopsis ha algunos les hará recordar a la reciente serie estrenada de HBO, The Leftovers de Damon Lindelof (Lost). Aunque alli el foco estaba puesto en el drama y no en un conjunto de ideas sueltas como en este caso.
Enumerar todo lo malo que tiene la película daría una lista extensa y aburrida, solo resta reírse y tomar sin seriedad el producto al cual Nic Cage puso su cara (aunque sea solo en dos o tres escenas). Consideren que el astro de Hollywood hace cuatro o cinco películas por año… no todas pueden ser buenas.
Algunos recordaran el canal Hallmark y su panorama de películas para televisión; un punto fuerte en la cadena, que tenía producciones buenas y malas (muy malas algunas, para llorar o dormirse con el control en la mano). El apocalipsis se cataloga como una de ellas.
Música fuera de ritmo, incongruencias en el guión, momentos ñoños religiosos y personajes sacados de la cabeza de un director que fue doble de riegos de varios actores.
Un realizador con la experiencia en ese tipo de profesión, podría realizar una película con escenas de acción, coreografías y efectos especiales; pero nada de eso se encuentra en el film. Nicolas Cage esquivando un avión y su hija corriendo entre llamas en cámara lenta son las únicas dos escenas que tratamos de olvidar antes que termine el año.