¿Apocalipsis justo ahora?
Ojalá El Apocalipsis fuera para Nicolas Cage lo que Terror a bordo (2006) para Samuel Jackson. En principio lo es, ya que la premisa es igual de disparatada: el relato se centra en un piloto (Cage) cuya familia está en crisis y que tiene la mala suerte de que la profecía bíblica del Apocalipsis se empieza a cumplir justo en pleno viaje entre Nueva York y Londres. Sin embargo, la falta de autoconciencia de este engendro demuestra que Nicolas tan sólo es un mercenario y no alguien que se divierte haciendo pavadas.
El título original de esta cosa es Left behind, cuya traducción literal es algo así como “dejados” o “los dejados”, y que hace referencia al hecho de que al comienzo del Apocalipsis Dios, en su infinita arbitrariedad, se lleva al Cielo a los que él considera justos. En el caso de la película desaparecen masivamente todos los niños y creyentes fundamentalistas y se quedan todos aquellos que comenten pecados como ser infieles, ser jugadores, consumir drogas o no creer, o ser excesivamente lindos, exitosos, y generosos como el periodista Buck Williams (interpretado por Chad Michael Murray) que inexplicablemente es “dejado” por el caprichoso Dios que domina nuestros destinos, que además es evidentemente vanidoso.
De factura televisiva hasta en el más mínimo detalle, desde el plano más intrascendente, pasando por la textura de la imagen, el pésimo CGI y las actuaciones de cartón, El Apocalipsis nunca debió estrenarse en salas comerciales no asociadas al cristianismo, ya que su mensaje de moralina católica berreta es realmente vergonzoso como para que la vea cualquier laico indeciso que ande por ahí.
Pero hay que decir que la película de Vic Armstrong no es del todo aburrida, como suele suceder, por ejemplo, con algunas de producciones del canal Sci-Fy. Hay cierto atractivo en la acumulación de disparates que nos tira El Apocalipsis en la cara, sobre todo el aterrizaje de emergencia de manual y el plano final con los tres protagonistas parados en pose señalando el futuro donde vemos la ciudad en llamas. ¡La gran nube de Terminator!
Esta película no sólo se carga a Cage sino también a Lea Thompson (la madre de Marti en Volver al futuro) que hace de una creyente recientemente iluminada. Además, hay que destacar a Martin Klebba, que interpreta al enano más insoportable y menos querible de la historia, que junto con Francella en Corazón de León han retrasado la lucha contra la discriminación de las personas bajitas al menos 20 años.
Sepámoslo hermanos: el Apocalipsis nos va a agarrar in fraganti así que mejor recemos y gritémosle a los demás que lo que ellos hacen está muy mal. Sólo así nos salvaremos.