Dirigida por el uruguayo Federico Veiroj (Acné, La vida útil). Relata la vida de Gonzalo Tamayo, un muchacho imaginativo, predispuesto, algo vago e inmaduro que se encuentra terminando su carrera en filosofía y decide renunciar a la religión católica. Se van mostrando distintas situaciones, una serie de anécdotas y que fue lo que lo llevó a tomar ciertas decisiones. Con toques de humor, discreta y entretenida. Tiene algunas similitudes con alguna película de Woody Allen, sobre todo cuando toca temas relacionados con la religión.