Más costumbrista que policial negro
Un aprendiz de cocina en un restaurante de una ciudad del interior comete algunos delitos con la idea de ahorrar para abrir su propio boliche. La idea es mínima, y el concepto general es aun más minimalista, tendiendo a describir el panorama social general antes que un auténtico submundo criminal propio del cine policial. Por eso, "El aprendiz" se queda a mitad de camino entre el auténtico film noir y el drama costumbrista. De suspenso, ni hablar; de hecho, el conflicto entre los mismos miembros de la banda de maleantes, con un capanga que estafa al resto, es un asunto que se adivina que explotará en cualquier momento, y el director ni intenta dibujar argumentalmente este tipo de obviedades.
A favor del film se puede decir que técnicamente esta bien hecho, con una fotografía buena en lo que tiene que ver con los paisajes sobre todo en los planos generales descriptivos- y que las actuaciones son creíbles. Pero al final da la sensación de que más que para un largo, tanto minimalismo podría haber quedado a medida en un cortometraje.